Tras el estallido del #MeToo, el diario inglés The Guardian abrió un consultorio (Dating after #MeToo), donde respondía a preguntas como “¿Tengo que pedir permiso a una mujer antes de besarla?”; “¿cómo puedo decirle a una colega del trabajo que me gusta, sin acosarla?”; “cómo puedo acercarme a una desconocida sin ofenderla? o “¿cuáles son mis obligaciones si alguien viene a mi apartamento en una primera cita?”.
Gabriel Marco, director de Seducción Social Club, cuenta que estas son preguntas muy frecuentes de los hombres que llegan a la academia en busca de ayuda porque se sienten desconcertados, o creen que deben pedir consentimiento para todo.
Marco, que es instructor de dinámicas sociales y coach de citas, remarca que todo lo que sea desde el respeto está bien. “Hay que combatir el machismo; los hombres que no se adapten van a tener problemas”, resalta. “Desde hace tiempo vengo diciendo, por ejemplo, que el piropo no va más”, aclara.
“Necesitamos más herramientas, más específicas y más eficaces. La clave está en desarrollar habilidades sociales y mejorar la autoestima. Quién no tenga esto tiene que buscar ayuda: ir al psicoanalista o consultar con un coach. Si queremos mejorar nuestra vida sexual deberíamos aprender sexualidad, y técnicas, y así sucesivamente. Hoy también es bueno aprender sobre las apps de citas. Es toda una transformación personal que incluye primero estar bien uno mismo (el mayor desafío), luego aprender a relacionarse y poder desarrollar un estilo de vida autentico y atractivo”, concluye.