Es ineludible el estupor de quienes compran un yogurt o una leche cuando escuchan el precio en el almacén, o cuando, parado frente a la góndola en el supermercado, notan que el precio es otro. Superior.
Los productos se dispararon en Salta y en gran parte del país.
Según representantes del sector se debe a que por las inundaciones, hay menos variantes de leche. Estiman que en marzo podrían volver a bajar los precios.
Estas variaciones son notorias:
Quesos, mantecas y margarinas no presentan modificaciones tan significativas
Desde el sector lechero, por su parte, identifican dos razones principales que explican la menor llegada de productos a las góndolas. Una tiene que ver con las inundaciones en Santa Fe en los primeros días del año, en plena cuenca lechera, lo que terminó afectando la producción y la oferta, mientras que por otro lado, hablan de una cuestión estacional.
“Existe una cuestión estacional. La leche tiene un ciclo que implica una sobreoferta hacia la primavera y luego la producción desciende. Ese ciclo se empieza a corregir entre marzo y abril”, explicó el presidente del Centro de la Industria Lechera, Miguel Paulón.
Y añadió: “La menor oferta de materia prima genera una disputa por la leche. Eso hace que haya que pagar un poco más por la materia prima y puede provocar movimientos de precios. Pero la principal razón que provoca incrementos es que los precios de los lácteos venían con cierto retraso respecto a otros productos”.