Casi sin querer, Julio Jalit quedó en la escena pública nacional por una polémica frase en su discurso de balance de gestión frente a los concejales de Pichanal. La frase: “para robar hay que ser inteligente y yo me considero un tipo inteligente", recorrió los medios del país y generó todo tipo de reacciones.
Esta declaración, que según el Intendente fue editada, provocó un importante movimiento en la política salteña. Mientras el resto de los jefes comunales lo respaldaron y hablaron de una “exageración mediática”; Juan Manuel Urtubey anunció la realización de una auditoria para “llevar tranquilidad" y los concejales del municipio salieron a denunciar varias irregularidades en la gestión con la intención de avanzar en la intervención.
En diálogo con LA GACETA, el cuestionado jefe comunal aseguró que sus dichos fueron “sacados de contexto” y “editados” para hacerlo quedar mal. “Todo esto tiene un trasfondo político”, agregó y no dudó en apuntar contra el senador nacional Juan Carlos Romero y la empresa de comunicación que administra su familia.
Jalit ratificó su inocencia, negó ser un “ladrón” y sostuvo que las frases forman parte de la respuesta que él brindó ante la acusación de haberse quedado con máquinas y vehículos del consorcio que formaron junto a siete municipios del norte provincial para pavimentar calles.
A pesar que desde el Concejo Deliberante denuncian serios faltantes de dinero en las últimas ejecuciones presupuestaria, el intendente se mostró tranquilo y aseguró que nunca fue citado a declarar por alguna de esas acusaciones. “Yo estoy muy tranquilo porque hago las cosas bien para llevarle soluciones a la gente, más allá de la crisis”, expresó.
La última auditoría publicada de Pichanal marca serias irregularidades de Jalit
Lejos de debilitarlo políticamente, esta situación le dio envión para buscar un nuevo mandato en la intendencia. Este año Jalit cumplirá 16 años como jefe comunal y anunció que buscará quedarse cuatro años más. “Cuando te tocan el orgullo te dan ganas de seguir. Además, en la calle, la gente me agradece todo lo que hago por este pueblo”, dijo.
¿Avanza la intervención?
En la primera sesión del año, el Concejo Deliberante de Pichanal resolvió pedirle a la Auditoría General de la Provincia una rápida intervención en el municipio para analizar minuciosamente la gestión de Jalit. Por su parte, el pedido de intervención se tratará el próximo miércoles.
En caso de avanzar, deberá pasar el filtro del Poder Ejecutivo y posteriormente el de la Legislatura si consideran que hay razones contundentes para designar un interventor en esta localidad ubicada a 240 kilómetros de la Capital.
La Auditoría detectó irregularidades
El último informe que presentó la Auditoría General de la Provincia sobre Pichanal marca numerosas irregularidades en la gestión de Jalit.
La primera observación que se detalla en este análisis sobre el Ejercicio Presupuestario del año 2014 asegura que el municipio no posee un “sistema de registro contable integral, que incluya los subsistemas presupuestario, financiero, patrimonial y de gestión, de manera que permita llevar la contabilidad en legal forma”, como establece la Ley de Contabilidad. La falta de estos elementos imposibilitó producir los informes financieros y de gestión pertinente, relacionados al cumplimiento de la normativa vigente para la rendición de cuentas y la toma de decisiones.
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Además, se indica que el Departamento Ejecutivo Municipal no suministró las resoluciones, ni ningún otro instrumento legal, que justifiquen las modificaciones introducidas al Presupuesto del año 2014, vulnerando lo dispuesto en la legislación provincial.
De este análisis financiero se observa una diferencia de $21.288.231,93 (pesos veintiún millones doscientos ochenta y ocho mil doscientos treinta y uno con noventa tres centavos), entre lo ejecutado, un monto total $ 65.555.387,07, y el crédito vigente de recursos según el Presupuesto modificado, por $ 86.843.619,00. Sobre esta diferencia de dinero, la Auditoría aseguró que durante el análisis no obtuvo “evidencias suficientes para determinar si se originó en inconsistencias en la elaboración presupuestaria o ineficacia de recaudación”.
Un matrimonio político
Margarita Ramírez de Jalit, diputada provincial de Salta y esposa del Intendente de Pichanal, fue noticia el año pasado cuando se anunció un descuento en su dieta mensual por faltar a tres sesiones seguidas sin aviso. En esa oportunidad el presidente de la cámara baja, Manuel Santiago Godoy, aplicó el reglamento y le descontó un 25% del salario.