La escritora Elisa Moyano presentará El libro de las antepasadas. En el libro, los poemas de Elisa Moyano dialogan con imágenes, tomadas de los cuadros de la artista plástica Telma Palacios. En Mitre 331 (Pro Cultura Salta) en estos días todavía se puede ver la muestra de Palacios, acompañados por las palabras de Moyano : dos formas de dialogar, en dos espacios muy distintos.
La presentación el 30 de abril, a las 20.30, ha sido la excusa para entablar este diálogo con la autora del libro.
¿Cómo surge esta iniciativa?
Una vieja idea mía, surgida hace casi 20 años, la de escribir poemas a mujeres cuyas vidas dejaron en mi una huella indeleble, comenzó a solaparse desde el año pasado con la producción de Telma Palacios, quien mes a mes pintó 10 obras que se referían a algunos de aquellos poemas.
Cuál es la urgencia de este libro.
La urgencia está dada porque constituye un eslabón más de la larga marcha de las mujeres por salir de una minoría de edad como digo en la contratapa y por constituirnos cada una en una naranja entera como dice la poeta feminista española, Vera Moreno.
Cuánto tiempo llevó la elaboración del libro
El libro viene macerándose desde que cursé una maestría en Ecuador al fin del milenio pasado. Los primeros versos son los que dan inicio al poema sobre Micaela Bastidas, poderosa mujer, de cuya vida y de cuya muerte se habló en la maestría. Me impresionó mucho que el garrote vil no pudiera estrangularla por la finura de su cuello y así cada año iba sintiendo el impulso de escribir después de ver películas o de leer novelas o biografías novelada sobre todas.
¿Cómo se articula esta relación entre palabra y pintura?
Todo comenzó como una circulación entre el texto escrito por mi, sus imágenes visuales y el impacto que ellas producían en Telma hasta moverla a tomar los pinceles o las espátulas según el caso. Luego vino el título de cada obra que era siempre un verso o dos versos ligeramente modificados que contenían la imagen que había dando pie a la pintura. Con eso se cierra el ciclo palabra-imagen-palabra y se genera un vinculo tan fuerte que el texto lingüístico ya no se pueden concebir separado del visual. Por ejemplo, ya no puedo leer uno de mis poemas sin tener en mente la obra de Telma sobre el mismo. Es como si las dos llamas separadas de dos fósforos , el poema y la pintura, se acercaran constituyendo una sola llama.
En el libro también se detalla que hay poemas que tienen deudas con películas. ¿Cómo es el trabajo de inspiración e influencias en la escritura de estos poemas?
Al responderte la pregunta anteror me quedé pensando en la idea barthesiana de que todo texto es lectura de otro u otros textos. Entonces si Telma leyó mis poemas y produjo sus textos visuales, en esta pregunta pasamos al rulo anterior, a aquel impacto que tanto el visionado de películas como la lectura de novelas provocaba en mi la escritura, escritura que después movió la de Telma y así al infinito.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agregar entre los textos que me "inspiraron" la novela sobre Lola Mora "La espalda de la libertad," del tucumano Eduardo Roszembaig que leí hace un tiempo, olvidándola cuando reconocí mis "deudas".
¿Qué lectura hace del campo literario actual? ¿Cómo está posicionada la mujer en ese campo?
Con respecto al campo literario salteño debemos recordar que si, según Bourdieu, todo campo tiene sus figuras dominantes, acabamos de perder a Kuky Leonardi Herrán quien fuera en los últimos tiempos una especie de árbitro de todo el quehacer. Creo que con su muerte habrán muchos centros desgajados unos de otros. Ustedes los más jóvenes y su circulación por las redes, por un lado, y nosotros los más viejitos con algún libro aún en el horno. Con respecto a las mujeres, creo que están dentro del campo por su perpetuo canto a la constancia.