Después que el penal de Alfredo Ramírez se colara en el ángulo del arco, los corazones de los jugadores, de los integrantes del cuerpo técnico y del puñado de hinchas de Central Córdoba de Santiago del Estero que estaban en el estadio de Junín, estallaron de felicidad. Y es que con solidez defensiva y mucha autoridad para plantarse en el campo, el “Ferroviario” aguantó el 0 a 0 en los 90’ minutos, ante un amenazante Sarmiento, lo ganó por penales 5 a 3; quedándose así con el segundo ascenso a la Superliga.
El club santiagueño, que el 3 de junio pasado cumplió 100 años de vida, se autoregaló la vuelta a la máxima categoría del fútbol argentino. Antes, había disputado los viejos torneos Nacionales de 1967 y 1971; hoy, 48 después, volverá a los primeros planos.
La fortuna no estuvo del lado del “Verde” que tuvo ocasiones clarísimas para definir la final a su favor. Nicolás Orsini tuvo varias chances, pero entre los palos y las manos de César Taborda se lo negaron. Sarmiento ya había perdido la posibilidad de jugar en Primera cuando fue vencido por Arsenal en la diputa por el primer ascenso. Ahora, sufrió otro revés. En cambio, en Santiago todo es felicidad.