No se conocen, pero sus vidas están conectadas por una misma causa: el amor por los colores. En las próximas horas Central Norte dirimirá su ascenso al Federal A contra Guaraní Antonio Franco y estos hinchas lo viven con miedos, nervios y ansias.
Central Norte ganó y ascendió al Federal A
Felipe Carreras es considerado uno de los hinchas con más años del club. Vive a pocos metros del estadio Dr. Luis Güemes y no puede contener las lágrimas cuando expresa lo que representa el club en su vida.
Felipe tiene 95 años, tres años menos que el club que nació de la mano de los trabajadores ferroviarios, y no duda en asegurar que gran parte de su vida transcurrió dentro de la entidad. De hecho, el comedor de su vivienda se convirtió en un museo de placas de reconocimiento, camisetas autografiadas y fotos de viejos planteles.
Belén, Ramiro y Laura están unidos por un lazo de sangre, pero también los une la pasión. Los hermanos Herrera son agradecidos del club y coinciden que sus mejores recuerdos están en la entidad ubicada en avenida Entre Ríos.
Después de tantas penas deportivas, los tres esperan ansiosos el ascenso. Para retribuirle al plantel un poco de la felicidad que ellos les brindan, los hermanos Herrera organizaron el ‘Premio del Hincha’. A través de la iniciativa están recolectando plata para distribuirla entre el plantel en caso de ascender. Si el resultado no es favorable la plata quedará en el club para que se invierta en alguna de las otras disciplinas deportivas.
Esta pasión por Central Norte es compartida por Daniel Tapia. Este joven comunicador heredó los colores desde la cuna. Su abuelo y su papá le inculcaron este amor que le quita el sueño los días de partido.
“En mi familia todos somos de Central”, expresó Daniel mirando orgulloso el escudo de su camiseta. En su guardarropa, las casacas del club “Azabache” no pasan desapercibidas y ocupan un lugar tan importante como las camisas y remeras que utiliza a diario para su trabajo.
La suerte está echada y con cábalas, amuletos, oraciones estas personas esperan que el fútbol les dé una alegría y que el estadio Martearena se convierta en un salón de fiesta.