Resulta difícil imaginar que a los “grandes” del fútbol argentino se les pudiera complicar la incorporación de jugadores para el inicio de una pretemporada. Aún con la abultada billetera que portan hoy River y Boca, van más de tres semanas y sólo el “Xeneize” tuvo alguna novedad. Sin embargo, lo cierto es que a Nicolás Burdisso y a Enzo Francescoli, respectivos directores deportivos, les está costando mucho. En parte, el extenso período de receso, con una Copa América en el medio, hizo que la especulación les juegue en contra a ambos.
En principio, la idea del ex central de Boca era cumplirle al menos dos deseos a Gustavo Alfaro para el inicio de la preparación física. A casi un mes del comienzo de la pretemporada, Alexis Mac Allister fue la única cara nueva en Casa Amarilla, tras ser protagonista de algo muy similar a una novela mexicana, en la que Argentinos, Boca y Brighton de Inglaterra se disputaban su amor. Pero no fue el único nombre que sonó para vestir la “azul y oro”.
En La Bombonera, y como si fuera una murga, empezaron a hacer ruidos los nombres de Jan Hurtado, Eduardo Salvio, y Maximiliano Meza. El venezolano habría arreglado todo para llegar a Boca a cambio de U$D 5 millones. Aunque la demora para finiquitar la incorporación le jugó el contra. El 1 de julio se abrió el mercado de pases europeo, y Génova vino con una oferta imposible de rechazar para Gimnasia: U$D 7 millones. Eso frenó todo avance “xeneize”.
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Los casos de Salvio y de Meza son un poco más simples. El Benfica sólo aceptaría que “Toto” desborde por la banda derecha de La Bombonera, a cambio de la compra total de su ficha (U$D 15 millones). Y “Maxi” se iría de Monterrey únicamente por U$D 17 millones, algo que Daniel Angelici no planea pagar. La posible partida de Cristian Pavón para ser compañero de Favio Álvarez en LA Galaxy, y la de Darío Benedetto a Marsella, preocupa al cuerpo técnico de Alfaro, que le urgen refuerzos.
En la vereda del frente, las cosas están un poco más calmas. Sin embargo, el “Millonario” que compró fuerte en el mercado pasado sólo tenía un objetivo para este.
Por pedido de Marcelo Gallardo, Francescoli fue a la carga por Paulo Díaz. El chileno, defensor central o lateral por ambas bandas, pertenece a Al-Ahli de la liga saudí. Tras analizar la oferta, el equipo árabe le negó la transacción a River.
Aún sin perder la calma, en Núñez siguen buscando el defensor polivalente que necesita el “Muñeco” para su equipo. Pero los fuertes presupuestos que maneja el mercado del Viejo Continente dificultan demasiado la cuestión.