La etapa testimonial del juicio al ex juez federal Ricardo Lona, acusado de no investigar el secuestro y la desaparición del ex gobernador de Salta, Miguel Ragone, concluyó hoy, y se anunció que los alegatos se desarrollarán el 10 y el 24 de septiembre, cuando se conocerá el veredicto del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2).
Así lo anticipó hoy la jueza Gabriela Catalano, en la audiencia del juicio oral y público que desde el 6 de agosto se desarrolla en la sede de ese tribunal.
La magistrada anticipó que la Fiscalía y la querella alegarán el 10 de septiembre próximo, mientras que la defensa hará lo propio el 24 de septiembre, cuando también está previsto que el tribunal pronuncie el veredicto correspondiente.
Para estas dos audiencias, el TOF2 se trasladará a la Sala de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial provincial, por necesidad de espacio y comodidad.
Lona está imputado de prevaricato, encubrimiento y omisión de perseguir a los responsables del secuestro y la desaparición de Ragone, el 11 de marzo de 1976, poco antes del golpe de Estado.
En la audiencia de hoy declaró desde la ciudad de La Plata, a través del sistema de videoconferencia, Jesús Pérez, quien fuera ministro de Economía durante la gobernación de Ragone.
Pérez explicó que “los seguidores de Ragone eran perseguidos”, y reveló que en una oportunidad le pusieron “un explosivo” en su casa, por lo que decidió alejarse de la ciudad de Salta, permanecer en Buenos Aires, y luego exiliarse en Bolivia durante tres años.
“Ragone tenía enemigos en la Policía porque cuando comenzó su gobernación hizo una depuración de la fuerza”, por la cual los jefes y funcionarios policiales fueron trasladados, lo que generó malestar y por eso el gobernador “era mal visto y cuestionado”, explicó el ex ministro.
Asimismo, contó que cuando le colocaron el explosivo en su domicilio le pidió a Ragone “que se fuera de la provincia porque su vida corría peligro”, pero él le contestó que "no tenía por qué retirarse de Salta", que "iba a afrontar la situación”, y agregó que, “a pesar de la advertencia, fue secuestrado y desaparecido”.
Hoy también declaró Norma Beatriz Toro, desde la Embajada Argentina en Francia, por videoconferencia, y contó que fue detenida en julio de 1975, cuando era estudiante universitaria, y que recibió torturas en la delegación Salta de la Policía Federal.
La testigo afirmó que durante su detención vivió un clima de “violencia permanente”, de "mucha presión psicológica", y contó que le ponían alfileres entre las uñas y las yemas de los dedos, "como una forma de sufrimiento, para hacerme aceptar determinadas cosas”.
Luego, detalló que casi un mes después de ser detenida tuvo una audiencia con Lona, quien en diciembre de ese año “hizo un acta diciendo que estaba fuera de toda sospecha”.
No obstante, aclaró que desde que el juez la sobreseyó hasta que obtuvo la libertad pasaron “siete años y medio”, en los que estuvo en la cárcel de Salta y luego en la de Devoto, en Buenos Aires.
“Entiendo que si el Poder Judicial hubiera funcionado correctamente, yo tendría que haber sido recibida por el juez rápidamente, y cuando se tomó la decisión de que yo estaba fuera de toda sospecha se me tendría que haber acordado inmediatamente la libertad”, agregó, y sostuvo que no tuvo respuesta de los hábeas corpus que presentó durante su detención. (Télam)