La visita del presidente Mauricio Macri para participar de una misa en honor al Señor y la Virgen del Milagro generó una fuerte división dentro de la Iglesia salteña.
Pese a que el Arzobispo Mario Cargnello, máxima autoridad de la Iglesia en Salta, dijo que él había invitado al primer mandatario a participar de la festividad, varios sacerdotes emitieron fuertes críticas.
Uno de ellos fue el monseñor Dante Bernacki. “Me da la impresión de que no le dio resultado la Pachamama y viene a ver si el Señor del Milagro le tira un votito más”, manifestó Bernacky en Aries Fm.
Aun así, el monseñor manifestó que los argentinos tenemos que aprender que hay autoridades legítimamente constituidas y tenemos que respetarlas como tales, nos guste o no. Y aclaró que todos los años de forma protocolar se invita al presidente que este de turno, y este año Mauricio Macri decidió venir.
Otra voz disidente fue la del padre Raúl Méndez, quien expresó en un comunicado: “Junto con otros miembros del clero manifiesto mi oposición a tan inoportuna visita. En estas circunstancias su presencia será una provocación, que provocará la lógica reacción. No tiene sentido venir a empañar la fiesta de los salteños. Lo más razonable es que suspenda semejante previsión y nos deje tranquilos. Más bien que se ocupe de resolver los graves problemas en que embarcó al país".
EL RECIBIMIENTO
Los salteños, que se habían acercado a rendir homenaje al Señor y la Virgen del Milagro aplaudieron al presidente, que vino a participar de una misa.
En una provincia donde sólo fue votado por 2 de cada 10 salteños, el presidente fue recibido con calurosos aplausos, frente a la Catedral Basílica. El anuncio de su visita, para participar de una misa en honor al Señor y la Virgen del Milagro había generado fuertes cruces dentro de la misma iglesia. También entre políticos. Sin embargo, los centenares de salteños presentes lo aplaudieron, al verlo ingresar al espacio pensado para que diera misa.