Nahuel Gerónimo de 18 años fue detenido hoy tras un macabro crimen en una vivienda de la zona sudoeste de la ciudad de Córdoba. “'La maté'”, le confesó el joven a su hermana enfermera, refiriéndose a Norma Gabriela Gerónimo, la mayor de los tres hermanos, una contadora jujeña que hoy terminó asesinada y descuartizada.
Norma había cumplido 30 años en julio y Gerónimo había llegado desde Jujuy a la capital cordobesa hace 15 días. Los tres hermanos vivían juntos en un departamento del barrio Colinas de Vélez Sársfield. Desde hacía un tiempo, las dos mujeres residían allí, donde esta madrugada se produjo este horroroso crimen.
El jefe del Departamento Homicidios de la Policía, Fernando Jones, indicó que el chico seccionó los miembros inferiores del cadáver y luego confesó el asesinato a otra hermana, según publicó hoy el diario local La Voz.
El joven detenido había terminado el colegio secundario en Jujuy, de donde es oriunda toda la familia, y sus hermanas habían decidido que viva con ellas.
Hoy, cuando la hermana enfermera que trabaja en un hospital llegó a su casa tras cumplir el turno de la noche, encontró un poco exaltado a Nahuel. Cuando se proponían ir al nosocomio, el joven le confesó el escabroso crimen. La enfermera logró zafarse de Nahuel y llamó a la Policía.
El joven volvió al departamento. Cuando los policías llegaron hasta el lugar, el mismo muchacho les abrió la puerta y admitió el asesinato. Nahuel mencionó había discutido con Norma. En Córdoba el chico no registra antecedentes, pero la Justicia pedirá si tiene alguno en Jujuy y si registra un historial de trastornos psiquiátricos.
Entre los vecinos, trascendió que el joven tenía problemas con las drogas. “’¡Dame plata, dame plata!’”, le reclamó Nahuel a su hermana y la tomó del cuello. Pero ella trató de calmarlo. “'Tranquilizate. Vení, vamos a la clínica’”, le indicó, según una fuente policial consultada por La Voz.
“Los indicios son que, primero, la habría ahorcado con una prenda de vestir. Y luego, de forma macabra, le seccionó" una parte del cuerpo, precisaron desde la policía. Para eso utilizó una sierra común de carpintero. Luego el acusado desvistió el cuerpo y envolvió la ropa en bolsas de residuo que descartó en un descampado a la vuelta de la casa. En tanto, en el departamento no se observó ningún desorden.