Carlos “Batata” Alsina Garrido y Alberto “El Negro” Sosa, estuvieron un año planificando este viaje al Mundial de Rugby en Japón. Las familias, amigos entre sí, decidieron llevar a sus hijos, yernos y nietos para disfrutar a Los Pumas en Asia Oriental.
“Somos seis y a veces se agranda el grupo a ocho o diez personas, porque nos vamos cruzando y quedando con amigos”, cuenta Ray Sosa a LA GACETA desde Japón y con 12 horas de diferencia en el horario.
Al partido de Los Pumas contra Tonga, que se disputará a las 1.45 de la madrugada del sábado, lo esperan ansiosos y al primer partido, el sábado pasado contra Francia lo vivieron con mucho nerviosismo: “En el primer tiempo no entendíamos qué pasaba con Los Pumas, no podíamos creer la falta de iniciativa y garra. En el segundo tiempo repuntaron y salimos muy contentos del estadio por la actitud que le pusieron. Vimos un muy lindo partido y esperamos que el próximo sea igual”, explicó Ray.
El viaje, que durará tres semanas aproximadamente, incluye paseos por diversas ciudades que fueron previamente planificados. “Las 12 horas de diferencia con Argentina se sienten, es difícil adaptarse”, explicaron los salteños desde Japón.
Los partidos de Los Pumas serán: contra Tonga mañana 28/9 a las 1.45; contra Inglaterra el sábado 5/10 a las 5 y contra Estados Unidos el miércoles 9/10 a las 1.45.
Con respecto a Japón, los salteños se mostraron sorprendidos con la cultura e idiosincrasia: “El primer día en Tokio nos llamó la atención ver, en la puerta de un local que abría a las 11, que le habían dejado la mercadería a las 8.30 de la mañana en la puerta. Y pensábamos `¿qué pasaría en Argentina con esa mercadería?´”, explicaron asombrados y agregaron: “cuando vas caminando por la calle te encontrás con paraguas, peluches, ropa, documentos que están colocados en los árboles o puertas de las casas o edificios. Eso significa que alguien lo perdió y lo dejan ahí, para que cuando lo busque lo encuentre. También nos aseguran que, si perdemos el celular, por ejemplo, seguramente llamamos a la comisaría y lo tienen ahí”.
IMAGEN GENTILEZA FAMILIA SOSA
“Otra cosa que nos sorprendió es que cuando le preguntás a alguien dónde encontrar un producto, por ejemplo en el supermercado, te acompañan al lugar para que lo encuentres. Si no pueden ir, te piden perdón por no poder acompañarte. Son súper educados y respetuosos. Hay orden en todos lados”, contó Ray Sosa.
Los salteños aseguraron a LA GACETA estar felices con el viaje. “El choque cultural es enorme, ellos tienen una idiosincrasia diferente a la nuestra, ¡acá todo funciona! El sistema carcelario, judicial, medico. El transporte, ¡es una locura! Viajamos en trenes de alta y baja velocidad, subtes y nos voló la cabeza: acá la gente es muy respetuosa, silenciosa, siempre pensando en comunidad, en el bien del otro, el respeto. Son muy distintos a nuestra cultura sudamericana y Argentina”, concluyeron.
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