La docente Miriam Carolina Chavarría se ausentó de su hogar, en el barrio Martín Miguel de Güemes, zona Norte de la ciudad, el pasado 26 de agosto. Ese día había discutido con su marido por problemas económicos.
Desde entonces las tareas investigativas estuvieron a cargo de la fiscal penal 1, Gabriela Buabse; hoy se anunció que la causa pasó a manos del fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt, quien también está a cargo de la causa de Jimena Salas.
Hasta el momento se sabe que la denuncia por la desaparición fue realizada por el mismo esposo, quien declaró que ese día mantuvieron una discusión por motivos económicos y cuando regresó por la noche, supo por uno de sus hijos que la mujer se había retirado del lugar sin llevar efectos personales y sin decir dónde se iba.
El cambio de fiscal también obedece a un cambio de hipótesis en la causa: ahora se investiga la posible comisión de algún delito contra su persona.
El comunicado oficial de la fiscalía no explicita cuál es la hipótesis principal. Sí detalla, sin embargo, que interviene la División Homicidios en la realización de tareas investigativas tendientes a dar con su paradero.
Las compañeras de trabajo de Carolina exigen su aparición.
A las dos semanas de su desaparición, Sandra Maita, prima Carolina, habló con LA GACETA. “En las cámaras se la observa ingresar a su casa de barrio Autódromo a las 19 horas y a las 21 salir de ahí. De ahí, no tenemos más información”, dijo.
“Pensamos un montón de cosas, pero no sabemos qué puede haber pasado. La estamos buscando, pero ya no sabemos bien dónde”, dijo su prima y agregó: “sabemos –porque su marido nos contó- que el martes 27 de agosto tuvieron una discusión y ella se fue de la casa”.
Carolina es madre de cuatro hijos de entre 8 y 22 años. Según su familia, su celular no está en la casa pero cuando envían mensajes por WhatsApp no le llegan y las llamadas tampoco obtienen recepción.