Pasan los días y la gran final de la Copa Libertadores está cada vez más cerca. Si se respeta la fecha programada en un principio, el partido decisivo entre River y Flamengo para definir al mejor equipo de América se jugará dentro de 18 días, el sábado 23 de noviembre. El Estadio Nacional de Santiago de Chile fue la sede elegida, pero debido a la tensión social y política que atraviesa el vecino país, la Conmebol citó para hoy a las 14 a una reunión de urgencia a los directivos de los dos clubes.
“La Conmebol ha invitado a los presidentes de los clubes finalistas, a los presidentes de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile, a una reunión para el martes 5 de noviembre, con el objetivo de revisar todos los aspectos de la organización de la Final Única”, fue el mensaje del ente sudamericano en su cuenta oficial de Twitter. El encuentro dirigencial tendrá lugar en Luque, Paraguay, sede de la Conmebol.
El campeonato local chileno no se juega debido a la crisis, pero la semana pasada habían ratificado que la final de la Libertadores si se jugará en Santiago. “El Gobierno nos dio el apoyo total para realizar la final de la Libertadores en Santiago. El fútbol puede ser una buena oportunidad para unir”, dijo Cecilia Pérez, la ministra de Deporte de Chile. “Me preocupa la situación del pueblo chileno. Nuestro partido pasa a segundo plano. Esperemos tener mayores precisiones sobre la sede, pero hay cosas más importantes y delicadas”, dijo Marcelo Gallardo.
Está claro que continúa latente el traslado de la sede. En caso de que el país trasandino sea desestimado para la final, la Conmebol maneja varias alternativas. Aparentemente la sede que pica en punta es Asunción, Paraguay. El estadio “La Nueva Olla”, donde el sábado Colón e Independiente del Valle de Ecuador jugará la final de la Copa Sudamericana, es el gran candidato. Pero si se elige la capital paraguaya, habría cambio de fecha: pasaría para el sábado 30 de noviembre, ya que una semana antes jugarán Cerro Porteño-Olimpia.
Las otras posibilidades son Bogotá (Colombia) y Miami (Estados Unidos), aunque en la Conmebol siguen con la ilusión de que se pueda jugar en Chile. Es que en caso de cambiar la sede, deberán organizar un gran trabajo logístico con las 25.000 entradas que ya compraron los hinchas de River y de Flamengo. Hoy será un día clave. La definición de la sede no puede seguir esperando.