La renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, en medio de protestas opositoras y el pedido de dimisión que le hizo las Fuerzas Armadas y la comunidad internacional, generó repudio en el sector progresista del país. Dirigentes del Frente de Todo denunciaron que hubo un golpe de estado en el país vecino.
El presidente y la vicepresidenta electos, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner manifestaron su apoyo a Morales. “En Bolivia se ha consumado un golpe de Estado”, dijo el mandatario electo de la Argentina a través de sus redes sociales.
“Si queremos vivir en paz, es hora de que haya pronunciamientos y, sobre todo, acciones claras en defensa de la democracia, independientemente de cuál sea la orientación política de los gobiernos que surgen de la voluntad popular”, publicó Cristina.