En medio de los conflictos que desde la semana pasada se desarrollan entre las nuevas autoridades del Ippis y los grupos que responden al líder wichi Indalecio Calermo, el gobierno provincial salió a responder con una denuncia que decidieron hacer pública y que continuará su camino en la justicia.
"Las comunidades eligieron a Miguel Siares como presidente del Ippis. Indalecio Calermo perdió y empezó con una serie de medidas de intento de presión, como cortes de rutas en el norte de la provincia y amenazas de venir a la ciudad a hacer protestas. La semana pasada cumplió con esto y trajo a un grupo de aborígenes de distintas comunidades del norte. Los recibimos el viernes y en esa reunión, abierta y expresamente, nos extorsionó como gobierno provincial. Solicitó dinero para él y para los dirigentes con los que trabajaba como forma de solucionar el problema", dijo Eduardo Sylvester.
Sobre la reunión con Calermo, el ministro agregó que "trató de utilizar argumentos como cuestiones de ilegalidad o de representación, dijeron que quieren cambiar la ley, y está todo bien, se puede conversar, pero en los canales habituales. Lo que no vamos a tolerar es que quieran extorsionarnos. Esto volvió a pasar en el transcurso del fin de semana y como gobierno, por expresa decisión del Gobernador de la Provincia, lo hacemos público y lo llevaremos a la justicia cuando corresponda".
Respecto a la denuncia de que uno de los dirigentes elegidos, el subsercretario Julio César Palavecino, no sería perteneciente a la etnia Chané sino que sería criollo, Sylvester respondió que la determinación de esta cuestión no está prevista en la ley y que, "si la persona se reconoce como aborigen, nosotros lo tenemos que considerar como aborigen. Con lo cual es mentira lo que están diciendo". El ministro agregó que, anticipandose a esta cuestión, a fines del año pasado se los consultó a los siete caciques chané y que las siete comunidades dijeron que consideraban a Palavecino aborigen y que lo iban a apoyar. "Entonces si la propia etnia lo reconoce, nosotros no podemos hacer más nada", explicó.
La situación de los aborígenes que siguen en la ciudad a la espera de una solución para su retorno a sus comunidades continúa sin resolverse, ante lo cual Sylvester dijo que la colaboración sigue disponible. "No tendríamos problemas en ayudar a personas que fueron engañadas. A muchos de los vinieron acompañando a Calermo les dijeron que venían a realizar trámites de documentos, escrituras, viviendas, y cuando llegaron a Salta se dieron con que fueron utilizados para presionar en las negociaciones. A esas personas las vamos a ayudar y vamos a tomar las medidas que hagan falta, pero no vamos a permitir que los tengan de rehenes".
En caso de que el conflicto no llegue a una solución, el ministro dijo que el gobernador puede intervenir el Ippis. "Esa es la última medida. Igual vamos a seguir conversando, pero en los términos que corresponde. Si hay algún reclamo, no es con cortes de rutas y menos con extorsión a un funcionario".