El viernes pasado los fiscales que investigan el asesinato de Jimena Salas llamaron a declarar al viudo Nicolás Cajal y ampliaron la imputación por el delito de encubrimiento agravado.
Después de que se conociera un parte oficial de los fiscales, Pedro Arancibia, abogado de Nicolás Cajal, analizó lo sucedido el viernes y volvió a cargar contra el Procurador general, Abel Cornejo a quien acusa de montar un show mediático, “con un sensacionalismo totalmente irresponsable y abusivo”, para tratar de aparentar que el Ministerio Público Fiscal hace algo para que la causa avance.
Una de las pruebas mencionada como fundamental en estas últimas pericias fue luego del uso de perros certificados en la búsqueda de divisas. Los canes detectaron que en un maletín ubicado en el placard de la habitación de la familia Cajal, hubo divisas o drogas.
Los fiscales realizaron esta lectura de la pericia. Recordaron, primero, que Cajal había dicho que el día del asesinato no se sustrajo elemento alguno del domicilio y negó la presencia de elementos de valor o susceptibles de ser objeto de robo. Pero como los perros prueban que sí hubo plata en ese maletín, para los fiscales “el imputado habría ocultado deliberadamente la existencia de dinero, divisas y/o sustancias estupefacientes contenidos en el maletín”, según el comunicado.
Así, los fiscales plantean la siguiente hipótesis sobre lo que pasó el día del asesinato: “los autores materiales, tras quitar la vida a Jimena Salas de forma violenta y ya lastimados, se dirigieron directamente a la habitación, específicamente al armario y de manera directa al menos uno de ellos y probablemente los dos, identificados por sus perfiles genéticos como H1 y H2. Los rastros biológicos obtenidos por el Servicio de Biología Molecular permitieron afirmar concluyentemente que los victimarios no solo abrieron el maletín, sino que lograron el objetivo de sustraer selectivamente dinero o estupefacientes”.
“Sin dudas hay una persecución y utilización por parte del procurador general, Abel Cornejo, de utilizar mediáticamente el caso, con un sensacionalismo totalmente irresponsable y abusivo, para aparentar que el ministerio fiscal está haciendo cosas".
Al respecto, Arancibia sostuvo: “el maletín con dinero es una suposición que hacen los fiscales, ellos dicen que en ese maletín había dinero. Los perros no pueden decir, dos años y medio después, cuándo hubo dinero y cuánto dinero había. Es un maletín que se usa para trabajar o para uso cotidiano, eventualmente pudo tener dinero, como puede tener el tuyo o el de cualquier persona que lo use para trabajar. Pero de ahí a concluir que el día del hecho había dinero, cuando Cajal dice que recuerda que no había dinero, es una sobre interpretación exclusivamente de los fiscales”, dijo Arancibia.
El abogado defensor de Cajal recalcó: “Los perros no pueden decirte cuánto había, ellos solamente pueden decirte que hubo dinero alguna vez, pero no te dicen cuánto. Pudo haber habido un billete de 100, de 1.000 o un millón, pero eso no lo pueden decir los perros, tampoco si esa plata estaba el día del hecho”.
Asimismo, Arancibia cargó contra la fiscalía: “acá la interpretación del fiscal es totalmente caprichosa, es irresponsable y torpe, porque suponer que había dinero y que como Cajal dijo que no había entonces oculta el motivo del crimen, eso es totalmente arbitrario”, dijo.
En el comunicado de los Fiscales se mencionan peritajes telefónicos: “No entiendo por qué eso involucraría más a Cajal. Él se comunicó después del crimen con su jefe -él es gerente regional de Garbarino- e hizo varios llamados después del hallazgo: llamó a familiares, a amigos y también a sus jefes. ¿Por qué los llamó? Porque es lo que le salió en ese momento de shock. Pero de ahí a atribuirle un vínculo económico, cuando él no manejaba plata, no se entiende cuál sería la relación entre los llamados y la muerte. Son jefes que están en Buenos Aires. Esa hipótesis de fiscales es poco clara”, dijo.
Los fiscalen mencionan un seguro que Cajal podía cobrar por la muerte de Jimena. Señalan, específicamente, un llamado a la aseguradora.
“La llamada a la aseguradora fue un año después y ese trámite no lo inicia él, sino la apoderada legal de Garbarino, le hace el trámito para poder cobrar el beneficio, que en definitiva es un seguro de vida que no sólo lo tenía él, lo había contratado también varios empleados de Garbarino, porque había un covnenio entre La Caja y Garbarino, o sea que no es que él sacó un seguro de vida exclusivamente para su situación, sino que todos contaban en la misma fecha con ese contrato de seguro de vida”, dijo, al respecto, el letrado.
Finalmente, según Arancibia “sin dudas hay una persecución y utilización por parte del procurador general, Abel Cornejo, de utilizar mediáticamente el caso, con un sensacionalismo totalmente irresponsable y abusivo, para aparentar que el ministerio fiscal está haciendo cosas, cuando sólo se está agregando desde lo inútil, ya sea por mala intención de los fiscales o por lo ineptos que son, sin avance en la causa”.