Femicidio en Joaquín V. González: la autopsia confirmó datos escalofriantes

“Ella era una bella princesa”, dijo su tía Esther, quien también la caracterizó como “una chica sola”.

Durante la última década hubo 2.749 femicidios en el país

Con Jorge Marcelo Amaya, su asesino, mantenía una relación sentimental desde hace seis meses. No convivían ni tenían hijos en común. Todo indica que ella no apostaba mucho a esa relación. Su tía Esther dijo que a Amaya no lo conocía: “de vista lo habré visto alguna vez, pero no como pareja de ella", dijo.

"Ella era una bella princesa, su papá murió hace dos años, desde entonces todo fue muy difícil. Hoy su vida termina de la peor manera", contó Esther a InformateSalta.

Justamente a su padre Analía le dedicó uno de sus posteos más sentimentales: “Cómo lo extraño… Se fue sin que le cuente lo q hace mucho le quería contar, pero el destino lo quiso así. Y así como era lo extraño, ahora comprendo muchas cosas q antes n comprendía d el. Nos educó a su manera pero nos enseñó el respeto y la educación como siempre pensé nada será igual sin su presencia y así es tal cual para mí no lo es .Como lo extraño. Perdoné todos sus errores desde el momento q vi su mirada triste y su cara como nunca como no extrañarlo si era mi papá y así... También nos enseñó a Sonreír, a estar siempre con buen humor… que  pase lo que pase nunca dejes de Sonreír”, escribió.

Analía no tenía hijos, había terminado sus estudios y luego se perfeccionó en asistente farmacéutica, pero no ejercía.  

Era hincha de River. Y le gustaba andar en bicicleta. “Yo no vivo con los pies en la tierra, sino con los pies en los pedales”, escribió una vez en su Facebook.

Creía en el amor. O al menos quería creer en el amor.

“Sonrío, no porque mi vida es perfecta, sino porque aprecio lo que tengo y a quien tengo a mi lado y agradezco a Dios todos los días por ellos”, publicó en marzo de 2017. Jorge Marcelo Amaya aún no se había cruzado en su vida.