Alberto Fernández viajó ayer a Israel para participar de los actos oficiales del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, establecido por la UNESCO, para recordar la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau que realizó el ejercito ruso en febrero de 1945.
Llegará hoy pasado el mediodía y se reunirá con el presidente israelí, Reuven Rivlin y con el primer ministro, Benjamin Netanyahu. El objetivo del viaje es “ratificar la continuidad de una política de Estado que viene desde el primer gobierno de Juan Domingo Perón y la centralidad de la agenda de derechos humanos y la construcción de la memoria para el gobierno” aseguraron desde la comitiva del Presidente.
La ceremonia principal se llevará a cabo en el museo de la Shoá Yad Vashem y será “el mayor acontecimiento político desde la fundación de Israel” subrayó el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Lior Haiat.
Participarán también de la conmemoración el vicepresidente americano Mike Pence, el líder ruso Vladimir Putin, el presidente francés Emmanuel Macron y Felipe IV de España, entre otros líderes mundiales, en total 41 Jefes de Estado. La asistencia sin precedentes obedece a “la importancia de la memoria del Holocausto y la lucha contra el antisemitismo hoy en día. El antisemitismo es un problema mundial, no es solo un problema de Israel”, aseguró Haiat.
Junto al Presidente viajaron la primera dama Fabiola Yáñez, el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el diputado nacional Eduardo Valdés y el vocero presidencial Juan Pablo Biondi. El último presidente argentino que visitó Israel fue Carlos Menem, en octubre de 1991.
Fernández continuará sus viajes oficiales reuniéndose con el Papa Francisco el 31 de enero en el Vaticano. (Télam)