Una mujer wichí falleció esta mañana en Misión Santa María, en el departamento Rivadavia, luego de dar a luz en su precaria vivienda.
El cacique de Santa Victoria Este, Pedro Lozano, confirmó el hecho y señaló que la mujer de 36 años y madre de 11 hijos había tenido complicaciones luego de parir, por lo que se dispuso su traslado al hospital de Santa Victoria Este, a unos 18 kilómetros, trayecto en el cual perdió la vida aparentemente por una infección.
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El recién nacido fue trasladado en un vuelo sanitario al hospital de Tartagal. Se encuentra estable. Nació con 3,6 kilogramos. El gerente del hospital de Tartagal, Juan López, dijo que el niño está estable, asistido con óxigeno.
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“En Santa Victoria no tenemos ambulancias, ni tenemos insumos para los pacientes. En el hospital recién hoy tenemos profesionales trabajando, los días anteriores sólo había enfermeros”, dijo Lozano.
López, por otra parte, dijo a LA GACETA que la embarazada no había tenido controles sanitarios. "El bebé nació deprimido, es decir que le costó reaccionar y recuperar el color, tal vez por un parto prolongado", detalló.
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Crisis absoluta
“En Santa Victoria Este no hay ambulancia, pediatras, ni ginecólogos”, dijo la diputada provincial por San Martín, Gladys Paredes, quien estuvo a cargo del hospital de Tartagal, hasta antes de asumir como legisladora.
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La legisladora y médica dijo que siempre la situación crítica en Salta se debe a la falta de una política de recurso humano sanitario “de toda una vida” y por desigualdades respecto al norte.
“El 42 por ciento de los niños en Tartagal son de riesgo nutricional y ante un virus o bacteria o diarrea, caen a la desnutrición”, dijo.
“Paro por miedo”
El 24 de enero, el centro de salud de Santa Victoria Este entró en paro: los médicos, enfermeros y agentes sanitarios dejaron de prestar sus servicios tras los ataques que sufrió parte del personal sanitario por un grupo de vecinos.
“Paro por miedo”, se podía leer en un cartel en la mesa de entrada de este centro de salud, el mismo desde donde se trasladó una beba wichi a Tartagal y que luego murió por una infección generalizada.
El 23 de enero, un grupo de la comunidad originaria atacó la vivienda particular de la gerenta del nosocomio, Marcela Quispe, quien fue reincorporada recientemente a este cargo por el ministerio de Salud de la Provincia.
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La doctora fue muy cuestionada por este grupo de vecinos que la responsabilizaron por la muerte de los jóvenes Belén Barbier y Milton Corvalán, el 10 de diciembre, cuando iban en moto y fueron atropellados por la ambulancia del hospital. Familiares de las víctimas entendieron que desde el ministerio no se aplicó ninguna sanción y descargaron su bronca contra la casa de Quispe.
La falta de atención en el hospital puso en alerta a otro grupo de vecinos, quienes iniciaron una manifestación enfrente del edificio de la Municipalidad para reclamar que el intendente interceda en este conflicto: necesitan que el hospital funcione.