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1917: un drama personal dentro de la tragedia de la guerra

La película de Sam Mendes aspira a 10 Oscar. Una historia en dos planos secuencia.
30 Ene 2020
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1917
Dirección: Sam Mendes. Año: 2019. Género: drama bélico. Origen: Estados Unidos. Con: George MacKay, Dean-Charles Chapman, Colin Firth, Benedict Cumberbatch y Mark Strong.
Duración: 119 minutos. Calificación: para mayores de 13 años.

El británico Sam Mendes pasó de “Belleza americana” a “007: Operación Skyfall”, en dos extremos distantes de la producción cinematográfica, ambos exitosos bajo su dirección. Ahora llega a los cines argentinos (y a la gala de los Oscar dentro de dos semanas) con “1917”, la producción bélica ambientada en la Primera Guerra Mundial que es candidata en 10 nominaciones en la máxima ceremonia de la industria: película, director, guión original, fotografía, maquillaje y peinados, diseño de producción, efectos visuales, banda sonora, mezcla de sonido y edición de sonido.

La sapiencia adquirida por el realizador lo llevó a diseñar un producto que cuenta tanto con el ritmo que le imponen las historias de acción como con el drama personal más íntimo. En esa conjunción es que se ve su mano, y el resultado de experiencias diferentes durante su carrera, como las mencionadas al principio. Mendes se nutre de todo para contar su trama, incluso de las historias personales.

El cineasta confesó que “1917” está inspirado en uno de los relatos que su abuelo, un ex combatiente de la Primera Guerra Mundial, le contaba cuando era joven y el cual “siempre” supo que debía ser trasmitida a través suyo, según un cable de la agencia de noticias Télam.

El guión se centra en dos cabos (interpretados por Dean-Charles Chapman y por George MacKay), que deben atravesar el frente para llevar un mensaje de suma importancia a un batallón que está a punto de partir al combate, sin saber que serán emboscados por los alemanes. Para completar la tensión, el hermano de uno de los mensajeros integra la guarnición que corre peligro. Llevar el alerta toma entonces un tono personalísimo y vital, ya que no son simples rostros desconocidos de soldados, sino uno de su propia sangre.

El talento del director está demostrado en un alarte de técnica que asombra a todos los conocedores de la materia: dos extensos planos secuencia, sin cortes que se puedan notar, sostienen la narración durante las dos horas que dura (lo mismo que la carrera por la vida) y justifican que el filme sea visto en la pantalla grande de una sala de cine, más allá de que Mendes no decline trabajar en otros formatos.

“1917” llegará a la cita del Oscar con los Globos de Oro a mejor película y dirección en su haber; y este domingo es fuerte candidata en los premios Bafta.

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