“Trump 2024, 2028, 2032, 2036, 3000, 5000... Trump para siempre”. Ayer, minutos después de haber sido absuelto por el Senado en el juicio político que enfrentaba, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó en su cuenta oficial de Twitter un video en el que aparenta lanzarse a la presidencia de forma indefinida.
En 30 segundos de imágenes, la publicación muestra un cartel que cambia de años y que mantiene el apellido del mandatario. Las fechas escogidas, justamente, indican los periodos en los que se realizarían elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El video exhibe al año 2024 como fecha inicial, un dato que demuestra que Trump da por sentado que ganará los comicios que se celebrarán este año para luego buscar su re-reelección. En los hechos, la vigesimosegunda enmienda de la Constitución (aprobada en 1947) impide esa posibilidad al limitar a dos los mandatos de los presidentes.
No se trata de la primera vez en que el presidente republicano “bromea” con el augurio de la reelección indefinida. En junio del año pasado, dos días después de oficializar su campaña para 2020, Trump ya había publicado el mismo polémico video que ayer. En 2018, también sostuvo que Estados Unidos “quizás “pruebe algún día” un sistema que permita la presidencia “de por vida” luego de que China lo estableciera ese mismo año.
Fin del juicio político
Por medio de la particular publicación, Trump celebró la votación del Senado que lo absolvió y dio por terminado el juicio político que había habilitado la Cámara de Representantes en diciembre pasado bajo los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
La Cámara Alta -de mayoría repulicana- rechazó el cargo de abuso de poder por 52 votos contra 48, y se pronunció en el mismo sentido sobre el delito de obstrucción al Congreso, pero por 53 votos contra 47. Para expulsar del cargo a Trump, los demócratas necesitaban 67 votos.
LA GRIETA II. El presidente de EEUU elude el saludo que le ofrece Pelosi.
Con el fin del juicio político, que duró apenas 16 días, Trump tiene ahora el camino despejado para concentrarse en su campaña de reelección, que comenzó esta semana con su primera victoria en la interna presidencial republicana en Iowa, y que continuará el próximo martes en New Hampshire.
Un histórico voto a favor
El único senador republicano que votó a favor de la destitución de Trump en el primer cargo fue el ex gobernador de Massachusetts y ex candidato presidente Mitt Romney. En el segundo, en cambio, se alineó con el resto de su bancada.
Así, el magnate neoyorquino se convirtió en el primer presidente de la historia de Estados Unidos en obtener el voto de un senador de su mismo partido para ser removido de la Casa Blanca.
“La pregunta importante que la Constitución encomienda responder a los senadores es si el presidente cometió un acto tan extremo y flagrante que representa un delito y falta grave. Sí, lo hizo. Y voto por mi conciencia”, anunció Romney frente a la prensa en el Capitolio, una hora y media antes de la votación.
Unos instantes después de su discurso, el hijo del presidente, Donald Trump Jr., pidió que sea expulsado del Partido Republicano. “Mitt Romney siempre está amargado porque nunca será presidente. Como es demasiado débil para vencer a los demócratas entonces, ahora se une a ellos”, escribió en Twitter.
Inmediatamente después de la votación, el equipo de campaña de Trump celebró la noticia. “Los demócratas no sirven para nada. Saben que no pueden ganarle y entonces hicieron un juicio político partidario”, sostuvo el jefe de la campaña por la reelección de Trump, Brad Parscale.
El juicio político surgió el año pasado por la denuncia que hizo un miembro de los servicios secretos contra el presidente por retener ayuda militar para presionar a Ucrania a anunciar investigaciones por corrupción contra Joe Biden, su potencial rival demócrata. (Télam/Especial)