LLANGANATES, Ecuador.- Desde el amanecer y en medio del frío característico de los páramos de Ecuador, los niños se alistan para demostrar sus destrezas como jinetes en una singular carrera de llamas, la “Llamingada”. Las llamas, propias de los páramos andinos y que puede vivir hasta 15 años, son apreciadas por los indígenas debido a la facilidad para su crianza y porque constituyen un excelente y económico medio de transporte.
La carrera se realiza cada año en el Parque Llanganates, uno de los humedales más importantes del planeta -que abarca unas 220.000 hectáreas-, para concienciar a las comunidades indígenas sobre la importancia de su cuidado.
Los jinetes, de entre 4 y 12 años, realizan la tradicional competencia a unos 4.000 metros de altura. Cada niño llega acompañado de su llama, a la que han bautizado con un nombre especial. (Reuters)