Horror Puerto Deseado: vecinos juntan firmas pidiendo pena de muerte
El detenido por violar a una salteña y matar a su hijo de cuatro años ya había estado tras las rejas por atentar contra la vida de su familiar. El juez lo había liberado hace un mes.
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Hay algo que todos se preguntan hoy: ¿Qué hacía libre Omar Alvarado (24), uno de los detenidos que confesó haber protagonizado una tarde de horror en Puerto Deseado: junto a otro hombre violaron a una madre salteña y mataron a su hijito de 4 años.
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“No voy a ir preso de nuevo” fueron las palabras que María escuchó después de haber sido brutalmente golpeada. Fue la frase que Omar Alvarado pronunció. Fue una frase que sirvió para deterlo.
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De acuerdo con lo que el diario La Opinión Austral pudo conocer en exclusiva, el hombre había salido de prisión hacía poco menos de un mes. Había estado tras las rejas por casi matar a su sobrino. Fue su propia hermana quien lo denunció. El juez Oldemar Villa lo dejó libre, pese a que él mismo aseguró recientemente que no es inimputable a pesar de sufrir esquizofrenia.
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No fue un intento de asesinato cualquiera: Alvarado habría intentado asesinar a su sobrino a piedrazos. La madre del menor brindó un testimonio vital en el juzgado para que el cuestionado magistrado librara la orden de detención del joven.
Indignada, la mujer fue a preguntar “¿por qué lo dejaste libre?”, ya que, en el primer allanamiento, él ya había sido aprehendido por el brutal crimen de María y Santino, pero luego de seis horas en la comisaría recuperó su libertad. El juez, quien aseguró que “no le teme a las marchas”, no ordenó ninguna medida. Por lo tanto, el principal sospechoso del caso que conmociona al país podría haberse fugado tranquilamente.
El operativo policial se concretó en “La Favela”, lugar allanado en innumerables oportunidades por robos y otros delitos. Allí se encontró a Alvarado y a varias personas más que fueron demoradas.
Él tenía ropa manchada con sangre y lesiones en su cara y brazos, presumiblemente producto del intento de defensa de la víctima salteña. Para Villa, eso no fue suficiente para ordenar que pasara a revestir carácter de detenido y la Policía debió liberarlo.
El dato que aportó María sobre lo dicho por el sospechoso (de que había estado preso) y los rasgos fisionómicos que dio fueron claves para que las autoridades pudieran avanzar en el esclarecimiento del hecho. El identikit de la División Criminalística fue un claro acierto.
Además de Alvarado, quien también posee otros antecedentes (en diciembre estuvo aprehendido por querer ingresar a robar en viviendas ubicadas en un pasaje entre 15 de Julio y Capitán Oneto), hay un menor (Javier M., de 16) sospechado de ser su cómplice. Él también posee varias causas por robo y hurtos y su casa fue allanada en más de una oportunidad, según confiaron fuentes de este matutino.