Con las calles casi vacías, el himno al Señor y la Virgen del Milagro se puede escuchar a dos cuadras de la Catedral. No fueron pocos los salteños que en este día de cuarentena nacional por el Coronavirus decidieron acercarse a rezar a la imagen del Señor, que fue ubicada entre la puerta de ingreso y las rejas. Se acercan, con barbijos, algulnos incluso con guantes de látex y se persignan. Rezan y se van. Y otro llegan y repiten el ritual.
Después de los supermercados y mayoristas, es el lugar donde más gente se vio del centro salteño: algunos, es verdad, se acercaron a los bancos, a realizar consultas, aunque están a puertas cerradas. Sólo se puede extraer dinero por los cajeros automáticos.