Es peligroso lo que muchos analistas observan sobre el desarrollo de la pandemia: en los países donde no hay gobiernos democráticos, su contención fue más sencilla. El uso de la big data fue fundamental para controlar el virus: saber los movimientos de una persona, gracias a su celular; tener el conocimiento, incluso, cerca de quién estuvo sentada en el transporte público.
El fin de semana la multinacional Google publicó informes estadísticos elaborados a partir de los datos de teléfonos móviles sobre cómo están afectando a la movilidad de las personas las órdenes de confinamiento por la pandemia de la COVID-19 decretadas en 131 países.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, había revelado que por violar el aislamiento obligatorio, en la provincia se habían concretado tantas detenciones como en Buenos Aires.
Usaron datos anonimizados (es decir, aseguran que no se puede recuperar las identidades individuales) y genéricos a nivel de país para mostrar cómo evolucionaron los hábitos de movilidad durante la pandemia.
En Argentina cayó la actividad en restaurantes, cafés, centros comerciales, parques temáticos, museos, librerías, cines y teatros un 86 por ciento; en comercios en general y farmacias, un 61 por ciento; en plazas, parques y playas, un 89 por ciento; en estaciones y paradas de transportes, un 80 por ciento; y en lugares de trabajo, un 57 por ciento; mientras que en lugares de residencia (casas y edificios), creció un 27 por ciento.
El relevamiento de los celulares de los salteños muestra que en todos los ítems el acatamiento fue menor.
La actividad en restaurantes, cafés, centros comerciales, parques temáticos, museos, librerías, cines y teatros bajó un 82%, es decir un 4% menos que en el país; en comercios en general y farmacias, bajó sólo un 55%; en plazas, parques y playas, un 84 por ciento; en estaciones y paradas de transportes, un 76 por ciento; y en lugares de trabajo, un 47 por ciento; mientras que en lugares de residencia (casas y edificios), creció un 26 por ciento.
Ni un solo ítem por debajo de la media nacional. El más preocupante es el de los desplazamientos para trabajar: el 53% de los salteños siguió yendo a trabajar.
A diferencia de lo que han hecho algunos países asiáticos como China o Corea del Sur, estos informes no incluyen ningún tipo de dato individualizado, ni movimientos de personas concretas ni estados de salud o de infección y por tanto su utilidad no recae en prevenir posibles infecciones, sino únicamente en medir la efectividad de las órdenes de distanciamiento social.
En la ciudad de Buenos Aires, los datos de Google revelan que cayó la actividad en retail y recreación un 90 por ciento; en comercios y farmacias, un 48 por ciento; en plazas, un 91 por ciento; en el transporte de pasajeros, un 82 por ciento; en oficinas, un 69 por ciento; y creció en los hogares un 31 por ciento.
En Buenos Aires, de acuerdo a los registros de Google descendió la actividad en retail y recreación un 88 por ciento; en comercios y farmacias, un 60 por ciento; en plazas, un 91 por ciento; en el transporte de pasajeros, un 79 por ciento; en oficinas, un 60 por ciento; y creció en los hogares un 26 por ciento. Los datos de la Argentina pueden consultarse aquí. Y los de cada país, aquí.
Los gráficos de movilidad representan seis categorías distintas: tiendas y recreación; supermercados y farmacias; parques; estaciones de transporte público; lugares de trabajo; y espacios residenciales, de manera que es posible, por ejemplo, observar la tendencia de actividad que ha habido, por ejemplo, en los parques en la Argentina desde que se decretaron las medidas de confinamiento.