En tiempos de cuarentena por el coronavirus, el mercado San Miguel de la ciudad de Salta reabrió sus puertas para que 120 locales puedan vender sus productos. Sin embargo los propios empleados, pese al retorno a su actividad comercial, se mostraron preocupados por la escasa cantidad de gente y “los días perdidos durante el aislamiento”.
“En mi caso me perjudicó la cuarentena, no tenía otra verdulería donde pueda vender. Ahora que abrió, la gente no está pasando porque tiene que hacer cola y ya está cansada de hacer otra, por eso no entra”, dijo Eulogia Susana a LA GACETA.
El mercado abrirá sus puertas de lunes a sábados de 8 a 14
La verdulera continuó argumentando: “los $10.000 que están dando no alcanzan. Yo no los recibí, pero hay que entender que no es suficiente. Estamos en cuarentena lo entiendo, pero mientras nos cuidemos todos vamos a andar bien, por eso el Estado tiene que cambiar las medidas, si no está perdiendo”.
Foto: LA GACETA
“Recién está ingresando gente, se va vendiendo de a poco, ofrecemos queso de vaca y cabra, por ejemplo, por lo que durante los días sin actividad, tuvimos que tirar algunos productos porque no lo podíamos vender y se vencían”, relató Mónica que atendía un puesto de condimentos y quesos.
Los locales de venta de celulares o reparación no tenían permitido abrir sus persianas. Sin embargo se pudo ver, durante la recorrida, que algunos empleados de este rubro estaban con las luces apagadas y reparando celulares dentro de sus puestos.
El director del mercado, José Muratore, en diálogo con LA GACETA dijo: “con la cámara de desinfección en la puerta y la colaboración de la policía, pudimos abrir las puertas. Los comerciantes están contentos, se necesitaba volver a trabajar”.
Foto: LA GACETA
Con respecto al sector indumentaria, electrónico y gastronómico, Muratore indicó: “las pizzerías trabajan bajo la modalidad `al mostrador´ o delivery. Con respecto a la ropa, no está permitido, aquellos locales de condimentos que también ofrecían indumentaria se lo hizo guardar esos productos” y agregó: “por temas de protocolo la reparación de celulares no pudieron abrir”.
Foto: LA GACETA