Víctor Claros, el rector de la UNSa, visitó la redacción de LA GACETA para analizar el arranque del año universitario y destacó el rol de la educación en la vida de los jóvenes: “es la única oportunidad que tienen miles para salir de la pobreza”, aseguró.
Consciente de la falta de oportunidades, Claros defendió el rol de la universidad pública y gratuita y ejemplificó con acontecimientos de su propia vida: “yo tuve una infancia muy complicada, fui lustrabotas en la Plaza Alvarado, vivía en un conventillo, mi madre era empleada doméstica a Buenos Aires”.
Luego de años ejerciendo como contador público y docente, el ahora rector Claros reflexionó: “si no hubiese una universidad pública y gratuita, yo no hubiese sido nada”, consideró: “la UNSa me dio todo”.
Claros insistió: “sé que la universidad es un camino para salir de la pobreza”. Además, admitió que alguna vez hasta tuvo que pedir comida: “¿sabés lo que es que te duela la panza de hambre?”, interpeló.
Por eso, aunque admitió que no está en condiciones de “convencer a todos”, el rector de la casa de altos estudios aconsejó: “los jóvenes que están en una villa sin futuro, tienen que saber que en la universidad tienen una oportunidad”.
Según Claros, la falta de oportunidades acerca a los jóvenes al delito y otras formas de marginalidad, incluso puede estimular suicidios. Al respecto, contó que en 2010 hubo una ola de suicidios que aterró a los salteños del sur provincial y que empezó a revertirse una vez que la universidad abrió sus puertas en Metán y Rosario de la Frontera.
“Nos decían que (los jóvenes) estaban locos, que no tenían futuro. Hoy estamos en condiciones de decir que los jóvenes del sur provincial tienen oportunidades y dentro de poco vamos a tener los primero egresados”, finalizó.