El problema es simple: el gobierno nacional –y también el provincial- exceptuaron el trabajo de las playas de estacionamiento, el problema es que en el microcentro sólo dejan pasar taxis, remises y vehículos que lleven a adultos mayores a hacer un trámite. Para las playas ubicadas en el centro esto las deja en una situación terrible: pueden abrir, pero la policía no permite el ingreso de los autos en los férreos controles.
Desde el 20 de marzo que 68 playas (ubicadas en el cuadrante que va desde calle Mendoza hasta calle General Güemes entre calles Islas Malvinas y Adolfo Güemes y Dean Funes y Córdoba) pueden abrir, pero no generan ingresos. Esto pone en peligro la continuidad laboral de 140 empleados.
La Cámara de Garajes, Estacionamientos y Actividades Afines de la República Argentina sugirió que las playas reabran sus puertas, desde el día que quedaron exceptuadas. No parece haberse registrado, en otras provincias del país, el problema suscitado en el centro de Salta, donde la policía no deja pasar vehículos.
La queja ya fue presentada, mediante la Cámara de Comercio, al gobierno provincial.
Desde el 13 de abril, que empezó a haber un mayor movimiento de personas debido a que se exceptuaron varias actividades y desde este mismo lunes 20 empezarían a funcionar los rapipagos y pago fácil. Los playeros consultados por este medio que en ese contexto la actividad podría reactivarse en un mínimo porcentaje que a los propietarios les serviría para afrontar los gastos de alquileres, servicios e impuestos y empleados.
Los playeros solicitaron que se levanten las vallas durante el horario bancario y que los controles se concreten en forma peatonal, aumentando paralelamente la cantidad de efectivos de tránsito.