El 22 de abril de 1985 comenzaba un hecho histórico en la Argentina, que contaba con pocos antecedentes en el mundo: eran juzgados los nueve integrantes de las tres juntas militares que gobernaron el país durante la dictadura que se extendió de 1976 a 1983.
Al banquillo se sentaron Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti (integrantes de la primera junta), Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna (de la segunda), Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo (de la tercera).
El fiscal Julio César Strassera culminó su alegato en aquel histórico juicio con unas palabras contundentes, que expresaban el sentimiento de una sociedad que quería dejar atrás la represión ilegal y el período de reiteración de golpes de Estado que se sucedieron en la Argentina a partir de 1930. "Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más", señaló el funcionario judicial ante el tribunal, que integraban Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Aráoz, Guillermo Ledesma y Andrés D'Alessio.
"Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más"
Esos magistrados, integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones, juzgaron desde el 22 de abril de 1985 hasta diciembre de ese año a los comandantes de las Fuerzas Armadas que durante siete años aplicaron el terrorismo de Estado en el país.
El "Nunca Más" fue el título del informe de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), que encabezó el escritor Ernesto Sábato, y que durante meses investigó la suerte que corrieron los detenidos por la dictadura en los centros clandestinos de detención ilegal.
"Nuestro trabajo se basó en el informe que confeccionó la Conadep y Julio, en sus palabras finales, quiso rendir un homenaje a ese trabajo y todas las personas que lo hicieron posible", dijo el ex fiscal Luis Moreno Ocampo, que junto a Strassera formó parte de la acusación a los militares.
"Nuestro trabajo se basó en el informe que confeccionó la Conadep y (Strassera), en sus palabras finales, quiso rendir un homenaje a ese trabajo y todas las personas que lo hicieron posible"
"(El Juicio a las Juntas) fue la frutilla de un postre, que mostró que la sociedad argentina quería evolucionar hacia nuevas formas de convivencia. Fue uno de los momentos de mayor unidad en el pueblo argentino. Raúl Alfonsín ganó las elecciones de 1983 con la promesa de juzgar a los militares; el peronismo al principio se opuso, pero después apoyó. Nunca hubo tantas coincidencias entre las fuerzas democráticas", agregó Moreno Ocampo.
Y añadió que ese proceso también funcionó como un claro mensaje, que perseguía el objetivo de consolidar la democracia en la región. "No nos olvidemos de que (Augusto) Pinochet todavía gobernaba Chile", recordó el ex fiscal de la Corte Penal Internacional.
AL BANQUILLO. El 22 de abil de 1985 comenzaba el juicio a los militares que habían conducido el país durante la última dictadura.
A poco de asumir, el presidente Raúl Alfonsín ordenó, mediante la sanción del decreto 158, el procesamiento de las tres primeras juntas militares que gobernaron el país a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. En principio, el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas abrió una investigación que no produjo ningún resultado. Pero a mediados de 1984, la Cámara Federal tomó la causa y procesó al general Videla, al almirante Massera y al brigadier Agosti. Luego, también resultaron acusados los otros militares mencionados.
La sentencia se emitió el 9 de diciembre e incluyó las condenas de Videla y de Massera, a prisión perpetua; Viola recibió 17 años; Lambruschini, ocho, y Agosti, cuatro. El resto de los acusados fueron absueltos.
"El día de la sentencia viví un gran alivio. Sentí que, a pesar de todos los condicionamientos que hubo se había logrado algo histórico para el país y para el mundo. Tuve la misma sensación cuando Strassera pronunció la frase 'Nunca más'", cerró Moreno Ocampo. (Télam)