TUCUMÁN.- No deberíamos confiarnos. Aun con el mayor foco puesto en el coronavirus, este invierno tendríamos que hacer un esfuerzo para pensar en el dengue. Si no sacamos los criaderos de mosquitos de las casas en los meses de frío, cuando vuelva el calor vamos a lamentarlo. Así de simple y directa fue Susana Lloveras, infectóloga de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero y miembro del comité de expertos que asesora al Ministerio de Salud de la Nación.
Tucumán está al borde de convertirse en una zona endémica de dengue. Es decir que corremos el riesgo de que la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti se instale para siempre y nos traiga dolores de cabeza todos los años, advirtió la especialista, que también forma parte de la Comisión de Enfermedades Endémicas de la Sociedad Argentina de Infectología.
- Afrontamos en la actualidad dos epidemias importantes, la de dengue y coronavirus, ¿cuáles podrían ser las consecuencias de esta situación?
- Ya se están viendo las consecuencias. El coronavirus apareció en medio de la gran epidemia de dengue, lo que dificulta la accesibilidad a la consulta de quienes sufren la enfermedad transmitida por el mosquito. En el marco del aislamiento social, muchos enfermos no llegan a los servicios de salud, por temor por las restricciones para movilizarse. Como esos casos no se notifican, se producen más contagios. Además, quedarse en casa hizo que haya más pacientes con la enfermedad porque el mosquito es más domiciliario y hoy estamos en mayor contacto con él.
- Entonces, ¿eso significa que no tenemos una dimensión correcta de lo que es la epidemia de dengue este año?
- Está claro que hay un subregistro de casos, ya sea porque algunos pacientes no consultan y también porque el Sistema de Salud está muy ocupado con el coronavirus y no puede notificar adecuadamente cada persona que se enferma con dengue. Sin embargo, aunque no tengamos esos números tan claros sabemos que estamos ante una gran epidemia de dengue; diría que estamos ahora en el medio de los dos brotes anteriores más importantes: el de 2009 y el de 2016.
- ¿Qué se puede esperar para el año que viene?
- Probablemente en unas semanas, con la llegada del frío, vayan bajando los casos de dengue y el brote se detenga. Entonces, será el momento de trabajar para que el año que viene no tengamos una epidemia importante otra vez. Pero lo más seguro es que los próximos meses estemos pensando en la covid-19 y nos olvidemos del mosquito. Es difícil predecir, aunque todo nos hace pensar que no estaremos tan precavidos como este mosquito lo exige. Se presume que esta enfermedad seguirá por muchos años y amenaza con volverse endémica en muchas provincias
- ¿Podría ser el caso de Tucumán?
- Sí. Tucumán está en una de las regiones más complicadas, que son el NOA y el NEA. En estas zonas, por las condiciones climáticas, la enfermedad puede quedar instalada para siempre; es decir que puede permanecer con fuerza todos los años y no como hasta ahora, que aparece cada cuatro o cinco años.
- ¿Se han visto en el país casos más graves de dengue?
- La enfermedad es en sí bastante fuerte. Por algo le llaman la fiebre quebrantahuesos. Produce dolores tan fuertes como invalidantes. También causa mucha fiebre, cefalea y dolor retroocular. Lo que ocurre con esta enfermedad es que puede complicarse, especialmente cuando la fiebre baja y ya la persona siente que pasó lo peor. Pero no. En ese momento se inicia la fase crítica y puede ser un dengue grave. En cualquier caso, y no sólo por una reinfección, se puede desencadenar este cuadro. Por eso la persona debe estar muy atenta a los signos como dolor abdominal, vómitos, sangrado de encías y hematomas. Cuando hay una consulta a tiempo, el riesgo de muerte disminuye muchísimo.
- ¿Sería la vacuna una gran ayuda para afrontar la epidemia y evitar la endemia?
- Hay una vacuna, pero se están haciendo estudios; se está reevaluando la utilidad que tiene, ya que presentó algunos inconvenientes en pacientes. Así que por el momento, limpiar nuestras casas, sacar los recipientes con agua donde pueda criarse el mosquito y buscar ayuda ante los síntomas de la enfermedad siguen siendo nuestras únicas herramientas. Ante la fiebre hay que consultar. Que el quedate en casa no eleve el umbral para consultar por esta patología.