El proyecto de gravar con un impuesto especial las plataformas de contenidos por streaming, como Netflix y Amazon, es una posibilidad cada vez más cercana. El objetivo es asegurar la sustentabilidad de la industria del cine en el país, para lo cual el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) necesita garantizar fondos suficientes en momentos de absoluto parate de los cines en la Argentina por la pandemia de coronavirus.
Desde que se ordenó el cierre de las salas de exhibición, se perdieron de vender más de 5 millones de entradas, según un informe del sitio Ultracine en el que compara el primer cuatrimestre de 2019 con el mismo período de este año. El desplome interanual fue del 37,6% (de 13,7 millones de tickets del año pasado se pasó a 8,6 millones ahora). El freno a las proyecciones se dio cuando estaba aumentando la ocupación de las butacas. Dos películas habían superado los 2 millones de espectadores en ese período: “Frozen 2” y “El robo del siglo”, con lo que el filme argentino se metía en el selecto grupo de las seis películas nacionales con mejor respuesta del público en toda la historia, informa Télam.
Recaudación cero
La caída en las boleterías repercute directamente en las arcas del Incaa, ya que el Fondo de Fomento Cinematográfico (con el cual se subsidian proyectos y filmaciones) se integra con el 10% del valor de cada entrada de cine (desde mediados de marzo, esa recaudación está en cero) y de la actividad de los videoclubes, la televisión y el cable. Por aparte la AFIP recauda en ese sector el 11% del IVA, para redondear una presión impositiva general del 21%.
La idea, confirmó el titular del Incaa, Luis Puenzo, es aumentar los fondos para la producción audiovisual nacional. Aclaró: “nadie pagaría un peso más que lo que ya está pagando por los servicios de streaming que contrata”. Puenzo relató que esta posible imposición fue tratada hace dos meses, durante la audiencia entre el presidente Alberto Fernández y el director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, y que luego se realizaron reuniones de trabajo con ejecutivos de la compañía.
Triplicar recursos
La preocupación central de Puenzo es que las arcas del Incaa están prácticamente vacías y sin recursos para poder financiar nuevos rodajes, e incluso con serias dificultades para abonar como corresponde los fondos comprometidos de concursos ya ganados por distintos proyectos.
Para poder financiarse, procura que el Congreso trate y sancione una reforma a la Ley del Cine para ampliar el tributo existente a las plataformas digitales, lo que calificó de “razonable y justo”.
Según sus cálculos, se triplicarían los recursos actualmente existentes en las arcas oficiales, suficiente para reactivar la producción luego de que se levante el aislamiento sanitario obligatorio. Buena parte de esos fondos se destinarían a la producción de series para la pantalla chica, para pasar de las cinco o seis por año a una veintena.