En los primeros meses de este traumático 2020, la vida del planeta ha cambiado drásticamente. Como dice a LA GACETA Guillermo Oliveto, CEO de la consultora W y especialista en Consumo, Sociedad y Coyuntura, el sistema global era más frágil de lo que suponíamos y cayeron varios paradigmas. “Nos habíamos focalizado en generar los anticuerpos para los virus digitales y de pronto nos afectó disruptivamente un inesperado virus real. Mucho más potente que cualquier virus digital”, plantea en el informe “El nuevo hábitat viral”, elaborado por el laboratorio de tendencias Almatrends (https://almatrends.net). El escenario de la pandemia de la covid-19 es muy claro:
• Un tercio de la población mundial, nada menos que 2.500 millones de personas, en cuarentena.
• Algo inédito y surrealista en la democracia occidental.
• Ante el temor, las sociedades aceptaron y aprobaron el confinamiento desarrollando múltiples conductas adaptativas.
Oliveto considera que la pregunta global que emerge en la “Nueva Normalidad” tras la salida de la cuarentena, es si para hacer el sistema más seguro, vamos a terminar teniendo una vida y un mundo menos abierto y libre. “La tensión entre libertad y seguridad vuelve a estar, nuevamente, en el centro de la escena”, advierte. Así como se desarrollaron los antivirus digitales, habrá que analizar muy detalladamente cuáles van a ser los antivirus que se van a diseñar para la vida real en el Nuevo Hábitat Viral. La vida siglo XXI que teníamos previo a la covid-19, se encuentra hoy en estado de reset (reinicio) con siete dimensiones claras en las pautas de conducta de todos los ciudadanos. Al principio de la pandemia se planteó un escenario extremo, que sostenía que el mundo iba hacia una economía “no touch” y que no volvería a ser el mismo. Pero -advierte el consultor- surge otra hipótesis a partir de una reapertura en fases hacia la nueva normalidad, en el que algunas cuestiones iban a quedar para siempre y otras seguirían como antes. “No debemos perder de vista que la cuarentena es un estado surrealista; no la realidad, que requiere una salida progresiva que, en algunos países será más rápida que en otros porque para unos dependerá de vacunas y de retrovirales y para otros, a grosso modo, aquella salida es una decisión propia como sucede con Asia”, remarca Oliveto. A su entender, los argentinos miramos más a lo que sucede en España y en Italia (por ascendencia) que lo que pasa en China. De allí algunas pautas de conducta para evitar escenarios traumáticos como los que se observaron en el Viejo Continente. “La esencia argentina posee valores que no se entregarán rápidamente al miedo. Por ejemplo, la libertad y esa necesidad natural de conseguir el sustento diario con el propio esfuerzo. Estoy convencido de que el deseo le ganará al miedo, aún cuando nos queda por recorrer la etapa más difícil de esta pandemia: el invierno”, sostiene Oliveto. De allí la idea de las siete dimensiones de la nueva etapa.
A su criterio, otro error en el que se puede caer es pensar que a partir de ahora todo el mundo deberá trabajar desde casa. “Suponer que una persona abandonará su espíritu gregario es no entender la esencia del ser humano”, considera. En cambio, hay otras cuestiones que sí quedarán marcadas a fuego a partir de la instalación de la paranoia y el miedo en la sociedad. Una de ellas, al decir del consultor, es la concepción higiénica diferencial que ha quedado incorporada con tanto tiempo en cuarentena.
Análisis de mercado
Los efectos globales en la Argentina
El Think tank de Almatrends, fundada en 2014 por Sil Almada, y la Consultora W fundada por Guillermo Oliveto en 2010, se basa en el análisis de mercado enfocado a los clientes con una aguda comprensión sobre los patrones de comportamiento que devela el pasado, la lectura del presente en tiempo real y una permanente anticipación de los potenciales escenarios futuros. “Entendíamos que había una necesidad de contextualizar a nivel local lo que pasa en el mundo respecto de las particularides que se viven, como el caso actual de la pandemia del coronavirus, y su incidencia en la Argentina”, comenta a LA GACETA Oliveto, director de la consultora W, que en Tucumán construyó una alianza estratégica con la consultora Roberto Nicolás y Asociados. Una frase del filósofo francés contemporáneo Gilles Lipovetsky define el informe sobre “El nuevo hábitat viral”: “Cuando el mundo salga de la crisis por la pandemia, sí habrá cambiado. Pero no tanto”.
Consumo masivo
Comportamiento durante la cuarentena
De acuerdo con los datos de la consultora W, el consumo masivo creció un 16% durante marzo (12% en supermercados y 20% en autoservicios), debido al stockeo por parte de la sociedad al inicio de la cuarentena social obligatoria. Según su director, Guillermo Oliveto, durante abril el crecimiento ha sido más moderado, del 4%, con una mejora en las ventas de los comercios de cercanía (8%) más que en los supermercados (1%) en unidades y respecto de igual mes del año pasado. Según el consultor, junto con el e-commerce y con las plataformas digitales, el consumo masivo constituye lo que se denomina el “mundo hogar”. Contrariamente, el “mundo no hogar” ha recibido el golpe más duro de la pandemia. Se trata de los servicios vinculados con el turismo, la gastronomía y los negocios físicos de venta de autos, electrodomésticos e indumentaria, entre otras. Oliveto vaticina que la caída del PBI será dura, ya que el consumo en general representa casi el 65% del Producto en la Argentina.
Repensar
1- Repensar
Las huellas que dejará la cuarentena
Si la cultura se adquiere mediante el aprendizaje, a partir de la emergencia viral covid-19, quedarán nuevas enseñanzas que modificarán la cultura preexistente. Surge el cuidado como un nuevo patrón de conducta que se traduce en la incorporación no sólo de nuevos hábitos sino incluso de un nuevo lenguaje. El distanciamiento será un enorme desafío para una especie caracterizada por su espíritu gregario. La resignificación del modo de estar con los otros, abre un profundo interrogante sobre nuestra manera de ser humanos en el futuro cercano. Se afecta todo nuestro hábitat, tanto el individual como el social.
Reformatear
2- Reformatear
Un nuevo estilo de vida
Todo lo que se ha aprendido Impactará en nuestras conductas
futuras. El experimento por el que pasamos, nos está llevando a repensary reformatear nuestro estilo de vida. Ahora estamos inmersos en ese proceso. El ser humano no es meramente racional, sino que es profundamente emocional. Y este es un momento que ha puesto nuestras emociones a flor de piel. Estamos hiper sensibles. Y eso hace, y hará mella, en nuestros comportamientos. Superar no es olvidar, no es destruir. Es integrar. La pandemia será un hecho vivido que se integrará en nosotros como un elemento central para formatear un nuevo estilo de vida.
Reformatear el housing
3- Reformatear el housing
Las reglas de comportamiento
Se reformatea el concepto de housing para dar lugar y generar espacio a las nuevas actividades que se reformulan dentro de la casa tales como el trabajo, el estudio, el entrenamiento, el ocio, el entretenimiento y el descanso. La casa se ha reformateado incorporando el traslado de la oficina, colegio, reuniones sociales, juntadas con amigos, y entretenimiento. Actividades diversas que se incluyeron en la rutina diaria de la convivencia dentro de un mismo espacio en común compartido con familia o pareja. Se implementaron acuerdos de reglas de comportamiento dentro del cronograma de convivencia.
Home office
4- Home office
Redecorar espacios con “todo a la vista”
El desafío de la cuarentena ha sido redecorar los hogares en cuanto a su funcionalidad, contemplando además cierto cuidado estético por la transparencia que introdujeron los videollamadas. El orden se hizo imprescindible para la rutina de sobrevivencia. El reordenamiento fue necesario para mejorar la productividad del trabajo y del estudio en el nuevo entorno “todos en casa, todo el tiempo”. El home office reforzó el “focusing” y en muchos casos activó la creatividad. Una nueva creatividad hija de la concentración. El home office volvió transparente el ámbito laboral: quedó todo a la vista.
Vivir en comunidad virtual
5- Vivir en comunidad virtual
El desafío de la conectividad
La conectividad fue el puente que unió a la gente en el confinamiento. Paradójicamente la distancia se transformó en cercanía. La alta emocionalidad provocada por el shock y la extrañeza de una vida surrealista, condujo a una exposición de la intimidad aún mayor a la que ya tenían las redes sociales. El miedo no solo paraliza sino que iguala. Frente al temor a perder la vida, bajan las barreras y crece la desinhibición. No tiene sentido ocultar lo que está a la vista. El virus y el miedo “desnudaron a todos y a todo”. La verdad quedó más expuesta que nunca.
Reciclar
6- Reciclar
En modo austero
Ante la recuperación forzada de la vida hogareña emergieron nuevas conductas, que oficiaron como terapia -cocinar, amasar o dibujar- y que reconectaron a los seres humanos con una condición olvidada en la vorágine de una vida donde el tiempo era el valor más escaso: la dimensión artesanal. El hecho de volver a hacer algo con las propias manos y encontrarle un valor no solo racional sino también emocional a ese proceso, desafía la lógica de “usar y tirar”. Ese fenómeno se cruza con otros dos muy relevantes: la fuerte restricción económica que ya existe y la tendencia al cuidado del medio ambiente en un mundo que entrará en “modo austero”.
7- Hábitat
La nueva espacialidad urbana
El distanciamiento social nos llevará a vivir de otra manera. Los espacios abiertos, con aire, sol y oxígeno serán aún más valorizados. En 1900, el 10% de la población mundial vivía en ciudades. En 2007, el 50%. Se preveía que en 2050, lo hiciera el 75%. Nada menos que 7.800 millones de personas. La tendencia hacia la urbanización es histórica, global y muy poderosa. La gente no abandonará las ciudades, pero sí las vivirá de otra manera. Al menos hasta que exista una cura para el virus. Esto implica el desarrollo de una nueva “espacialidad urbana”.