Video: el Papa muestra la Catedral de Salta al mundo
El papa Francisco recordó ayer a las “familias enteras que no saben cómo enfrentarán la olla” por la pandemia de coronavirus, al tiempo que afirmó que la difusión de la covid-19 hizo que “las lógicas con las que estábamos acostumbrados a dividir o clasificar la realidad desaparezcan”. “Sufrimos la pérdida repentina de familiares, vecinos, amigos, parroquianos, confesores, referentes de nuestra fe. Pudimos mirar el rostro desconsolado de quienes no pudieron acompañar y despedirse de los suyos en sus últimas horas”, lamentó el pontífice en una carta que dirigió al clero diocesano de Roma.
Tras recordar el sufrimiento y la impotencia de los trabajadores de la salud, se refirió también a “las dificultades y aprietos del confinamiento social: la soledad y el aislamiento principalmente de los ancianos; la ansiedad, la angustia y la sensación de desprotección ante la incertidumbre laboral y habitacional; la violencia y el desgaste en las relaciones”. En ese marco, afirmó: “Compartimos también las angustiantes preocupaciones de familias enteras que no saben cómo enfrentarán la olla la próxima semana”.
“No se trata solamente de un hecho individual, familiar, de un determinado grupo social o de un país”, se dirigió a los sacerdotes de la diócesis de la capital italiana. “Las características del virus hacen que las lógicas con las que estábamos acostumbrados a dividir o clasificar la realidad desaparezcan. La pandemia no conoce de adjetivos ni fronteras y nadie puede pensar en arreglárselas solo. Todos estamos afectados e implicados”, aseveró.
Analizó que “la narrativa de una sociedad profiláctica, imperturbable y siempre dispuesta al consumo indefinido fue puesta en cuestión develando la falta de inmunidad cultural y espiritual ante los conflictos”. “Un sinfín de nuevos y viejos interrogantes y problemáticas, que muchas regiones creían superados o los consideraban cosas del pasado, coparon el horizonte y la atención”, añadió antes del rezo por el fin de la pandemia de Jorge Bergoglio. (Télam)