El dato en el país es alarmante: desde que arrancó la pandemia, 20 mil empleadas domésticas dejaron de estar en blanco. Perdieron los aportes jubilatorios y la obra social.
En Salta también hay trabajadoras afectadas, confirmó a LA GACETA Ana Díaz, representante gremial del grupo de Trabajadora de casa particular de la provincia.
Díaz señaló que no tiene los datos precisos sobre cuánta gente pasó a estar “en negro” en Salta, pero que conoce muchos casos.
Por otra parte, dijo que uno de los mayores problemas que tiene el sector en la provincia es el uso del transporte urbano. Díaz señaló, en este sentido, que la frecuencia de colectivos a San Lorenzo hace que una trabajadora pierda hasta 90 minutos en la parada, lo que implica una mayor exposición ante el Coronavirus. “Se presentó nota al director de saeta y se obtuvo solo la respuesta de que nuestro rubro por decreto solo estaba autorizado a trabajar de 14 a 20, así que nuestro reclamo de aumento de frecuencia de colectivo solo podía ser visto por ese horario”, dijo y acotó: “pero consultando con gente q es allegada al comité de emergencia nos dijeron q nuestro rubro estaba autorizado con horario normal. Pedimos a UD pueda ayudarnos a aclarar este tema y el reclamo ante Saeta”.
Además del transporte, Díaz señala que un gran inconveniente es que el gobierno no haya establecido un protocolo especial para el sector y todo queda en manos del empleador.
“Nosotros como trabajadoras cuidamos a nuestros empleadores y a nosotros mismas, nos gustaría que se cumpla el artículo de la ley que establece que el empleador es el que debe suministrar la ropa y los elementos de limpieza”, indicó. Esto es importante ya que muchas trabajadoras no prestan servicio 8 horas en un solo lugar, sino que hacen tres horas en una casa y luego cuatro en otra y así y eso significa para la trabajadora llevar una mochila ropa diferente para cada lugar.
“No nos podemos dejar estar, porque sino el coronavirus nos va a alcanzar”, dijo.