Las personas con discapacidad enfrentan mayor riesgo de contraer el coronavirus, según un informe del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires y otros organismos, informa Télam.
“Históricamente el mayor problema de este sector es la visibilización de su problemática”, afirmó Claudio Bernárdez, de la Organización Nacional sobre Discapacidad en Argentina (ONDA). Agregó: “esto tiene dos caras: por un lado, la sensibilidad y concientización de la población y, por otro, para que las personas con discapacidad sepan de sus derechos”.
Según la ley, el número de personas con alguna discapacidad que deberían estar insertas en el mundo laboral debería ser del 4%, y la realidad es que no llega al 1% en el sector público y en el privado representa tan sólo el 0,5%”.
“Tiene mucho que ver con una lógica incorporada en la población que resulta natural ver a una persona con una discapacidad pidiendo limosna, pero impacta encontrarse con alguno que te atienda tras un mostrador”, agregó Bernárdez.
“Por todas estas razones, nosotros y las instituciones afines -que estamos trabajando con este problema social- vemos la necesidad de una campaña a nivel nacional para favorecer políticas de Estado hacia este segmento de la sociedad tan invisibilizado”, comentó.
Encuesta
Sobre la encuesta en sí, los autores destacaron que los ciudadanos con discapacidad durante la pandemia se enfrentan a diferencias en el acceso a la atención de la salud a causa de la falta de accesibilidad a la información y a la escasa comunicación.
Para la encuesta se entrevistó a 411 personas. El 56% fueron mujeres y el 43%, hombres, en un rango etario de entre 18 y 54 años. El de 35 a 54 años, que es la población económicamente activa, fue el que más participó.
Aproximadamente el 86% de quienes respondieron tienen el Certificado Único de Discapacidad (CUD), el 39% desconoce la Convención por los Derechos de las Personas con Discapacidad y más de la mitad de los participantes no tiene pensión por discapacidad (65%).
De los que viven solos, en su mayoría tienen más de 55 años. Del alto porcentaje que vive acompañado se debe principalmente a un problema económico, pero también influye que las viviendas no están adaptadas y a falta de acompañantes terapéuticos o asistentes personales.
El 77% necesita apoyo o asistencia para la vida diaria. De estos, un 29% pudo continuar con su apoyo durante la cuarentena, mientras que la mitad de los que requieren apoyo no disponen de reemplazo para esta persona.
Sobre los que requieren tratamientos de salud, un 43% de los encuestados aludió a que no pudo continuarlo durante el aislamiento.
En lo que respecta a contar con alimentos suficientes para abastecerse, un 82% afirmó que sí tuvo acceso, el 18% no contó con alimentos básicos y el 45% no pudo acceder a ningún beneficio para resolver la situación.
Las instituciones autoras del estudio propusieron impulsar la investigación y el relevamiento de datos estadísticos en salud, educación y trabajo de las personas con discapacidad.