El Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto de ampliación del presupuesto mediante el cual, además de aumentar el gasto, plantea modificaciones en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se cobra a algunos tipos de leches en el país, lo cual generó distintas críticas (ver ejemplos acá, acá y acá).
En las redes sociales hubo diversos posteos sobre el tema y en esta nota repasaremos qué de todo lo que circuló es verdadero y qué no.
¿El IVA a la leche baja o sube?
Hubo posteos en redes sociales que destacaron que el IVA de la leche bajaría del 21% a la mitad (ver acá y acá), mientras que otros advertían que le van a poner IVA a un producto que no tenía (ver acá y acá). Ambos planteos tienen en parte verdad, ya que algunas leches pasarían de un IVA 0% a 10,5%, mientras que otros tipos de leches bajarían de 21% a 10,5%.
Si bien todavía se trata de un proyecto de ley, el Gobierno propuso igualar el IVA de leches con distintos tratamientos y que tributen un 10,5%, cuando actualmente algunas están exentas y otras tributan un 21%.
La ley del IVA es de 1997 y su decreto reglamentario fue publicado en 1998. En esa ley se exime de este impuesto a “la leche fluida o en polvo, entera o descremada sin aditivos” sólo en la venta al consumidor final. La reglamentación aclara que esa excepción del impuesto se refiere a las leches entera pasteurizada, entera seleccionada pasteurizada, descremada, parcialmente descremada, con crema o en polvo.
El problema es que, según explicó a Chequeado David Miazzo, economista Jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), hubo mejoras tecnológicas en los últimos años que generaron que ciertos tipos de leches, como las ultrapasteurizadas, no estén incluidas en esa exención y, por ende, paguen actualmente un 21% del IVA. Por lo tanto, si bien el espíritu de la ley era eximir del pago del IVA al consumidor final de las leches, actualmente algunas están exentas y otras, en cambio, tributan un 21%.
De aprobarse el proyecto oficial, algunas leches -como las descremadas- pasarían de un IVA al consumidor final del 0% a 10,5%, mientras que para otros tipos de leches, como las ultrapasteurizadas, el impuesto bajaría del 21% que tributaban actualmente al 10,5%.
Hay otros tipos de leches, como la chocolatada, saborizadas o condensadas, que no están incluidas en las excepciones de 1997 ni en este proyecto de ley, por lo que seguirían tributando un 21%.
Distinta información en los (títulos de los) medios
La agencia estatal Télam tituló su nota sobre el tema: “Presupuesto: el proyecto prevé una reducción en la alícuota del IVA a la leche del 21% al 10,5%”. El diario La Nación, por su parte, tituló: “En la ampliación del presupuesto, el Gobierno busca gravar la leche con el 10,5% de IVA”. Incluso un usuario en Twitter publicó imágenes de ambas notas y dijo: “Qué difícil es informarse en la Argentina”.
La nota de La Nación destaca que “en el artículo 18 del proyecto del Gobierno se elimina la exención del IVA ‘la leche fluida o en polvo, entera o descremada sin aditivos’, mientras que en el artículo siguiente se dispone que estos productos serán gravados con el 10,5%”.
El artículo de Télam destaca que el proyecto “prevé una reducción en la alícuota del IVA a la leche del 21% actual al 10,5%”, pero luego aclara que “la iniciativa unifica con ese mismo porcentaje a la categoría de leche fluida y en polvo sin aditivos”. Al final de la nota se afirma que “se eliminan exenciones (tasa 0%) vigentes a algunas leches que hoy prácticamente no se comercializan en los supermercados”. Como se ve, cada medio decidió enfatizar una parte del proyecto de ley oficial.
Macri decretó un IVA del 0% para la leche entre agosto y diciembre de 2019
Otros posteos, por ejemplo este o este, señalan el hecho de que durante el gobierno de Mauricio Macri las leches tuvieron IVA del 0%. Esto es cierto, aunque la baja no rigió en los 4 años de mandato de Cambiemos sino sólo unos meses el año último.
El gobierno de Macri hizo este cambio por decreto en agosto de 2019 y estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de ese año. Mediante esta normativa bajó el IVA al 0% para 13 productos de la canasta básica, entre los que se encontraba la leche “con aditivos”, es decir, la que no estaba incluida en las excepciones de 1997.
El gobierno de Alberto Fernández no renovó esta medida, por lo cual el IVA de la leche que no estaba exenta en la ley de 1997 volvió a tributar un 21% desde enero último. Por esta suba del impuesto, el gobierno de Fernández creó por decreto un sistema de compensaciones para hiper, super y minimercados hasta el 30 de junio para “mantener la estabilidad de los precios” de estos tipos de leches.
¿Cuán importante es cada grupo de leche?
Según el Gobierno, las leches que actualmente pagan un 0% son “una porción marginal” del mercado, algo que confirman fuentes alternativas, como la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). Sin embargo, hay poca información pública disponible sobre el tema.
Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), un ente del cual participan organismos públicos y privados, afirmó a Chequeado que -incluso para los especialistas del sector- es un tema confuso debido a las distintas reglamentaciones impositivas y a los diferentes tipos de leche existentes.
En este sentido, sostuvo que las estadísticas oficiales muestran que la leche en polvo que se consume en el país es muy poca, pero que en cuanto a la leche fluida las cifras oficiales no permiten calcular la cantidad de leche que tributa 0% o la que tributa 21%. Según la estimación de Giraudo basada en consultas a empresarios del sector, la distribución es casi 50% y 50%. Es decir, la mitad sería leche entera que paga 21%, mientras que la otra mitad sería descremada que paga 0%.
Igualmente, Giraudo advirtió que esta diferencia es sólo para la última etapa de venta al consumidor final, ya que en las etapas intermedias de producción todas las leches tienen un IVA del 21%. En este sentido, el especialista aclaró que la propuesta oficial, con la información disponible hasta ahora, no generaría grandes cambios y que no necesariamente tendría impacto en el precio final, debido a que se trataría de un “pase de manos” del impuesto a lo largo de la cadena productiva, ya que ahora toda la cadena tributaría 10,5%.
Este artículo fue redactado por Martín Slipczuk para Chequeado.