Las estadísticas muestran que durante la cuarentena se multiplicaron las separaciones. Tensión, mucho tiempo de encierro y convivencia no forzada destruyeron parejas que parecían sólidas. Pero esta historia es su revés, quizá la excepción a la regla: un joven enfermo, con un tumor en la cara, encontró al amor de su vida, sin salir de su casa.
A ella le gustó escucharlo hablar. Lo stalkeó. Le escribió para alentarlo. Hasta que me decidí. Escribió: “Te desearía fuerza, pero ya la tenés toda. Sos un bombón Seba. Mucha luz”.
Sebastían leyó el mensaje. Le gustaron las palabras y el corazoncito rojo que las acompañaba. Entró al Instagram de ella, la stalkeó. Empezaron a cruzar mensajes.
La charla pasó al Whatsapp. “De la nada me surgió decirle que quería que estuviese conmigo en la cirugía. Me dijo que sí, que iba a estar conmigo. No hubo vueltas”, contó el joven a Infobae.
“Cuando lo vi y lo abracé, sentí un vínculo muy espiritual, como si lo hubiese reencontrado de otra vida”, dijo la chica.
Hace 9 meses le daban a él 2 meses de vida. En septiembre lo operarán. Hay grandes probabilidades de que todo salga bien.