El dólar no se toma un respiro ni siquiera los fines de semana. Y la disparada en su cotización, que amplía la brecha entre el oficial y el informal (hoy es tomado como valor de referencia por los agentes económicos), sigue siendo una preocupación central en la política económica de la gestión nacional. El propio presidente Alberto Fernández lo reconoció. “Los pequeños ahorristas que compran 200 dólares son un problema”, señaló en una entrevista con radio La Red. Sin embargo, le medida no termina de convencer al gabinete. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, se opone a restringir la operatoria.
La versión había sido difundida en el mercado y comenzó a tomar cuerpo con las declaraciones de los funcionarios nacionales. Fernández y Guzmán mantuvieron un encuentro para analizar la cuestión que, incluso, llevó al Banco Central a desmentir un endurecimiento del cepo para atesoramiento minorista de la divisa estadounidense. Según pudo establecer LA GACETA, además de la necesidad de calmar al mercado, hay otra cuestión de peso en la desmentida: el impacto político de una restricción cambiaria a la clase media. Muchos de ellos tienen previsto salir mañana a las calles para protestar contra la gestión de Alberto Fernández. Esa marcha abrió una grieta en la misma oposición política, en la que varios referentes nacionales avisaron que no serán parte de las movilizaciones, respetando las medidas de bioseguridad por la pandemia de la covid-19.
“No hay ninguna medida en estudio que vaya en la dirección de disminuir o impedir la compra de dólares ahorro”, se insistió ayer desde el Palacio de Hacienda de la Nación. “No sólo que no se piensa en restricciones, sino que se aguarda que, luego de las operaciones de pasivos que se realizarán durante este mes se estabilizará el frente cambiario”, se informó desde el área que conduce Guzmán. Las operaciones a las que se hizo referencia son el canje de la deuda emitida con ley extranjera y local y la subasta de deuda en la que podrán integrarse con pesos compras de hasta U$S 500 millones, que se aprobó el jueves con la sanción de la ley de ampliación del Presupuesto Nacional 2020.
Después de esas medidas, “va a haber, entonces, menos presión sobre el frente cambiario”, indicaron las fuentes de Economía.
Las reservas
Para cubrir la demanda minorista de los primeros días de este mes, el Banco Central debió vender U$S 477 millones (U$S 95 millones por rueda), monto 73% mayor a los U$S 258 millones volcados al mercado en igual lapso de julio.
En el mercado admiten que la entidad monetaria nacional, que preside Miguel Pesce, había realizado una encuesta con el fin de establecer, entre otras acciones, si conviene o no restringir el dólar ahorro, es decir, el retiro de hasta U$S 200 mensuales por parte de pequeños ahorristas. “Hasta donde se sabe, esa medida no es del agrado del ministro Guzmán, pero sí se instaló en la City”, dice a LA GACETA Gustavo Neffa, director de Research for Traders. La inquietud, según el economista, pasa por la reducción constante de las reservas de libre disponibilidad, con casi una sangría de U$S 3.000 millones en lo que va del año. “Si bien durante julio esa situación se ha estabilizado, por efecto del acuerdo entre el Gobierno nacional y los bonistas, la situación de aquellas reservas dista de ser muy holgada”, puntualiza Neffa.
El incremento en el valor del dólar es un fenómeno económico que, en cualquier momento, llevará a que la inflación se despierte, advierte Economía & Regiones. El argentino huyó, en forma creciente del peso durante los últimos tres años, pero paralelamente a eso el BCRA continúa emitiendo (cada vez más) pesos, con lo cual el tipo de cambio real tiene tendencia alcista y el dólar le viene ganando a la inflación, advierte la consultora.
¿Qué es lo que viene sucediendo desde 2018 a la fecha? “El dólar salta de $ 20 a $ 30 y la inflación se acelera por detrás de la suba de la divisa norteamericana. Luego salta de $ 30 a $ 37 y la inflación se acelera. Más tarde salta a $ 45, y la inflación vuele a acelerarse por detrás”, apunta el informe privado. “Más tarde -continúa-, el dólar vuelve a saltar a $ 60, y los precios vuelven a acelerarse. Posteriormente sube a $ 85 y el último salto es a $ 130”. Sin embargo, Economía & Regiones aclara que el último valor, por efecto de la cuarentena, los precios aún no se aceleraron, “pero la inflación está debajo de la alfombra. Ya se va a despertar”. Sin embargo, en la tendencia se ve claramente que el dólar le gana a la inflación y el tipo de cambio real sube, volviéndose cada vez más cara la divisa estadounidense.
“Compras hormigas”
Los economistas sostienen que el drenaje de dólares continuará en la medida que el Gobierno nacional no restablezca la confianza en la moneda nacional, el peso. Si bien se intentó desacelerar la operatoria minorista de compra de divisas, a través de una mejor tasa para plazos fijos en pesos, la tendencia sigue siendo a que el dólar sea el refugio de los ahorros. “El que tiene pesos compra los dólares, después los vende en el mercado paralelo y enseguida hace la diferencia”, plantea el economista Miguel Boggiano, al referirse a las “compras hormigas” que efectúan los argentinos. “Comprar un dólar en el mercado oficial está más de $ 100,61 (por efecto del impuesto PAIS), mientras que el paralelo se cotiza a $132. Es decir que por cada divisa extranjera comprada y vendida en el mercado negro se ganan más del 31%. Esto pasa principalmente porque está esta brecha que no tiene sentido, el dólar paralelo lo paga mucho más que el Banco Central”, explica el CEO de Carta Financiera.
Christian Buteler, analista financiero, señala que “hay unas 20.000 razones para mantener la venta del dólar ahorro, son los pesos que recaudó en julio por el impuesto PAIS”. “Si te sobran pesos y te faltan dólares, lo primero que tenés que hacer es dejar de emitir pesos”, argumenta desde su cuenta en Twitter.