El diputado nacional Darío Martínez, quien asumirá al frente de la Secretaría de Energía en reemplazo de Sergio Lanziani, es el hombre que se disponía a ponerse al frente de la discusión que el Gobierno se apresta a dar en el Congreso sobre la nueva Ley de Hidrocarburos y el necesario impulso de producción e inversiones a la formación de Vaca Muerta. Hasta ayer presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, ese rol le permitió al legislador del Frente de Todos estar al tanto de las políticas que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, tenían previstas para el sector energético y que ahora le tocará implementar bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Nacido en la localidad rionegrina de Ingeniero Huergo, de 45 años y con estudios como Contador Público -aunque no recibido- en la Universidad Nacional del Comahue, acompañó al ex Intendente de Cutral Có Ramón Rioseco, como candidato a vicegobernador en 2019 por el Frente de Todos. Se lo define en su entorno como un dirigente con buenos lazos con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Martínez, como legislador, tuvo una activa participación judicial en la denuncia contra el ex presidente Mauricio Macri en la causa denominada Panamá Papers, relacionada con la presunta creación de empresas offshore para lavar dinero o evadir impuestos por parte de empresarios y funcionarios de distintos países del mundo.
En la provincia patagónica, se lo define como un seguidor de Cristina Fernández y ahora también del Presidente que “sueña con gobernar Neuquén”, vocación que sus compañeros partidarios de la provincia no niegan, aunque remarcan que falta mucho tiempo para la puja electoral de 2023.