En el marco del Consejo asesor para la planificación del regreso presencial a las aulas se presentó un modelo de indicador epidemiológico objetivo que permite evaluar la adecuada temporalidad del regreso a actividades escolares en grandes urbes minimizando los riesgos de contagio para la comunidad educativa. Asimismo, se abordaron los protocolos específicos para el nivel inicial, educación técnico profesional y formación docente.
El Ministerio de Educación de la Nación, en trabajo articulado con el Ministerio de Salud y el Consejo Asesor, presentaron un modelo de indicadores epidemiológicos que determinan el nivel de riesgo al que se expone la comunidad educativa al momento de regresar presencialmente a las actividades escolares.
Mañana se analizará en una mesa de trabajo con representantes jurisdiccionales y especialistas la adaptación del indicador del CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) a la realidad local, para que sea la ciencia la que se expida respecto del momento epidemiológico que atraviesan las grandes ciudades de Argentina para el regreso a las actividades escolares.
A través del modelo de indicador, se busca establecer parámetros para la toma de decisiones en aglomerados urbanos con más de 500 mil habitantes -entre los que están el Gran Tucumán y Tafí Viejo-, proponiendo una escala de riesgos (baja, media o alta) que serán evaluados por la autoridad sanitaria y de educación de cada jurisdicción.
Cada indicador o combinación de indicadores no debe usarse de forma aislada y deberá considerar, por ejemplo, medidas de transmisión comunitaria, parámetros que permitan establecer si la escuela está en condiciones de garantizar las medidas sanitarias tendientes a disminuir el riesgo de contagio y, en la ciudad bajo análisis, la disponibilidad de camas de hospital ocupadas, entre otros aspectos.
En la reunión, el titular de la cartera educativa, Nicolás Trotta, aseguró: “Tendremos que convivir con el coronavirus; como lo hemos planteado al momento de aprobar los protocolos marco, no se puede esperar a la vacuna para regresar físicamente a las actividades escolares. Somos fervientes promotores del regreso a las aulas porque si bien se ha logrado mantener la continuidad pedagógica -aunque de manera desigual-, entendemos que el impacto subjetivo en nuestras niñas, niños y adolescentes es profundo”.
Independientemente del nivel de riesgo, según lo determinado por los indicadores, es fundamental que las escuelas utilicen las múltiples estrategias de mitigación contempladas en el protocolo aprobado por unanimidad en el Consejo Federal de Educación: el uso constante y correcto de tapabocas, distanciamiento social, higiene de manos, limpieza y desinfección, ventilación, entre otras medidas.
El indicador deberá ser aprobado por las ministras y ministros de las 24 jurisdicciones que conforman el Consejo Federal de Educación, como se ha procedido con el Protocolo Marco y los lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria.
Los nuevos protocolos propuestos
Estos protocolos fueron desarrollados por el Consejo asesor para la planificación del regreso presencial a las aulas y van a ser puestos a consideración del Consejo Federal de Educación.
En relación a los protocolos presentados, el del nivel inicial aborda los lineamientos particulares para 0-3 y 4-5 años de edad. Algunos elementos a destacar al respecto: se contemplan grupos de alrededor de seis niñas y niños sin exceder los ocho por docente; la permanencia será de hasta dos horas, privilegiando el uso de los espacios al aire libre; para la siesta, se prevé la disposición de colchonetas a 2 metros de distancia alternando pies - cabeza; en lo relacionado a los sectores de cambiado y preparación de alimentos, deberán ser bien delimitados entre sí y con respecto al resto de la sala; los espacios de Lactancia también serán habilitados dentro de las normas sanitarias vigentes; entre otros aspectos.
La propuesta de protocolos para el regreso presencial a los Institutos de Formación docente, recomienda priorizar a los 4º y 1º años de todas las carreras (5º año en los casos de los Prof. de Ed. Superior), con una asistencia alternada por grupo de estudiantes. En referencia al Campo de Formación para la Práctica (CFPP), se sugiere la revisión del Reglamento de Prácticas atendiendo a la necesidad de realizar nuevos convenios con las instituciones asociadas en pos de garantizar la inserción de las/os estudiantes de formación docente en los entornos virtuales en los que se desarrollan las clases en los niveles obligatorios. Por otro lado, se propone una acreditación diferida para la práctica de tercer año y la residencia.
Finalmente, con respecto a los protocolos para la educación técnica se propone, en primer lugar, priorizar prácticas esenciales que hacen al perfil profesional y establecer una instancia previa de participación a través de diversas estrategias y herramientas de comunicación digitales o virtuales. A su vez, se recomienda que la jornada formativa no supere las 4 horas, priorizando a los estudiantes del primer y último año, para el caso del nivel secundario. Se sugiere realizar un receso de 15 minutos cada 90 minutos para que las y los estudiantes y docentes se laven las manos y se puedan ventilar las instalaciones. También, se propone para la formación de grupos de prácticas que se conformen de acuerdo a la cantidad de metros cuadrados disponibles en los entornos formativos, con un estimado de un estudiante cada 4 metros cuadrados.