Los vecinos del departamento de Rivadavia, en el Chaco salteño, se preguntan cómo hacer para respetar una cuarentena, si hace más de 20 días que no cuentan con un recurso esencial: el agua. Se preguntan cómo deben hacer para mantener sus manos limpias si ni siquiera cuentan con alcohol en gel. Relatan que se sienten cansados de padecer el “yugo del olvido y la indiferencia” de los gobernantes.
Comentan que están desesperados y que los reclamos a la empresa Aguas del Norte se hacen eternos, “ellos nos responden con un tono informático y con un discurso armado ´está saliendo agua, pero con poca presión o estamos tratando de solucionar el problema, pero todavía no recibimos los materiales para la planta de ósmosis´, y así nos pasamos todo el año con poco o casi nada de agua”, señala María Zeballos a LA GACETA.
Las altas temperaturas, que rondan entre los 45 grados, tampoco ayudan. Leandro Acosta, uno de los vecinos, sufre del corazón y cuenta que la situación lo superó, “yo ando sufriendo porque estoy enfermo y más esto, ya no sé ni que hacer señores. Mi chiquita de 5 años llora todo el tiempo por el calor y sin agua”, expresa.
En nuestro pueblo hay condena social y sanitaria, no solo por el coronavirus que nos rodea sino también por la tuberculosis, la diarrea, el Chagas, el HACRE por el arsénico y la desnutrición
Las familias de los parajes manifestaron que tienen que esperar que el municipio les brinde el agua y que ante los reclamos se niegan a hacerlo. “La espera es agónica, a esto se suma la escasez de lluvias en la zona cómo todos los años, pero este año la sequía se hace sentir en la vida de los pobladores”, enfatiza María.
Asimismo, subrayaron que el año pasado las autoridades junto a Aguas del Norte inauguraron un pozo con tanque de agua y toda la maquinaria para la potabilización del agua y la remoción de arsénico, pero aseguran que eso no duró mucho tiempo porque al mes de la inauguración se rompió una válvula de la red que hasta el momento no fue arreglada.
Están sin agua hace más de 20 días, con temperaturas altas y sin respuestas de nadie
“La insuficiencia de las gestiones, la insuficiencia de proyectos locales, las insuficiencias de compromiso hacen que los pobladores vivamos en este chaco ardiente y profundo, limitados, olvidados hasta de nuestra propia dignidad. Necesitamos que nos den una solución, así no se puede vivir”, agrega la salteña.
Cuentan además que la falta de agua no solo dificulta a las personas, sino que también temen por sus animales que al igual que ellos permanecen deshidratados por mucho tiempo y se están muriendo.
Imagen gentileza vecinos de La Unión
“Hay condena social y sanitaria, no solo por el coronavirus que rodea al pueblo sino también por la tuberculosis, diarrea, Chagas, Hacre por el arsénico, desnutrición porque no tomas bebidas gaseosas por la falta de agua y eso potencia los parásitos”, concluye angustiado otro de los vecinos de La Unión.