Marcelo Ríos trabaja como mototaxi y cadete. Hace más de un mes tuvo coronavirus, se aisló y pudo recuperarse, pero ahora su organismo no volvió a ser el mismo.
En diálogo con LA GACETA, Marcelo comentó que los primeros síntomas que tuvo fue dolor de cabeza y de músculos, cómo cuando uno termina de hacer ejercicios. “Yo soy una persona sana pero empecé a sentir el dolor de cabeza y cada vez se hacía más fuerte. Me empecé a preocupar, primero pensé que era el sol, pero a ese dolor se sumó el dolor muscular y ahí supe que se trataba de otra cosa”, relató.
¿Deja secuelas?: superar el coronavirus obliga a prestar atención a otros síntomas posteriores
El joven detalló que en ese momento decidió aislarse y que no se hizo el hisopado porque una familiar ya había pasado por lo mismo y le recomendó los medicamentos que debía tomar.
Cumplí las dos semanas y me fui sintiendo mejor, recuperé el olfato, pero muy poco, y el gusto lo tengo más sensible porque siento mucho más, supongo que esa son algunas de las secuelas que me quedaron
“Los dolores eran cada vez más fuertes. A los días me percaté y me di cuenta que había perdido el olfato, pero lo raro es que fue de un solo lado. También había perdido el gusto. El único síntoma que no tuve fue fiebre”, agregó.
Marcelo expresó que a la semana siguiente permaneció igual, pero se empezó a asustar un poco porque no estaba respirando bien. Explicó que sentía en el pecho el mismo dolor de cuando se respira mal durante un ejercicio.
Un equipo de Kinesiólogos brinda acompañamiento a salteños aislados con COVID-19
“Sentí miedo de cómo podía amanecer al otro día, no quería ir al hospital. Por suerte al otro día me levanté mucho mejor y comencé a recuperarme. Cumplí las dos semanas y me fui sintiendo mejor, recuperé el olfato, pero muy poco y el gusto lo tengo más sensible porque siento mucho más, supongo que esa son unas de las secuelas que me quedó”, señaló.
Imagen gentileza Marcelo Ríos
A los días de cumplir su alta médica, Marcelo contó que decidió salir a trotar y se dio cuenta de algo nuevo. El joven solía correr cinco kilómetros y ese día se sintió agitado haciendo la mitad de la rutina.
"Un médico amigo de la familia fue quien me acompañó. Me recomendaron que cuando vuelva a hacer ejercicio lo haga tranquilo y despacio. Igualmente sigo trabajando con la respiración, porque yo no estoy respirando bien como antes siento que mi respiración es corta. Yo hacía natación y tenía bien desarrollado los pulmones para respirar, y ahora no”, finalizó.