El Congreso de Guatemala dio marcha atrás y anunció su decisión de suspender la tramitación del Decreto 33-2020, que hacía efectivos los polémicos presupuestos que, entre otros aspectos, desencadenaron una ola de protestas que acabaron con el incendio de las instalaciones de la cámara. El presidente del Congreso, Allan Rodríguez, mediante un vídeo difundido a través de la cuenta oficial de Twitter del Legislativo, dijo que los diputados cumplieron con su función constitucional, pero los líderes de los bloques que asistieron a la reunión, presentaron una serie de objeciones a la norma “en aras de la gobernabilidad y de crear el espacio de discusión”. En la grabación, el presidente del Congreso puntualizó que es “falso” que el presupuesto se aprobara a puerta cerrada y detalló que hubo “más de cien audiencias públicas” con los ministerios y otras instituciones, y que las sesiones se transmitieron en directo. Sobre las movilizaciones, dio que tuvieron el objetivo de “romper el orden constitucional y acceder al poder como parte de la estrategia desestabilizadora de la cual siguieron el guion usado en otros países”. Condenó los incidentes sucedidos en el Congreso como “actos terroristas”.