Tras la caída de una torre, la energía eléctrica se distribuye de forma rotativa, mientras que el abastecimiento de agua sigue complicado, sobre todo en algunas localidades como Colonia Santa Rosa.
A pesar de que ya bajaron más de tres metros en el cauce del Río Colorado -que ayer
se llevó el viejo puente ferroviario paralelo a la ruta 50 en Pichanal- la situación sigue siendo crítica la situación en el norte y el este de la provincia. El temporal de lluvias continúa en la región y varias localidades permanecen aisladas y sin servicios de agua y de energía a causa de las inundaciones.
En la noche de ayer cayeron más de 200 mm de agua en la zona de Anta, mientras desde Defensa Civil aseguran que se trata de una emergencia "que todavía no se llegó a nivel de desastre". Así lo explica el arquitecto Ernesto Flores, subsecretario de Defensa Civil Salta, a cargo de los operativos que se están desarrollando junto con personal de Policía de Salta, Gendarmería, Asistencia Crítica y equipos municipales. Según Flores, el tránsito sobre la ruta 50 ya está habilitado, luego del corte que realizó ayer Gendarmería. "Anoche se abrió el paso con precaución sobre el puente en construcción y hoy se puede también circular por el viejo puente carretero", explica.
En cuanto al abastecimiento de energía, Flores dijo que el corte del servicio se debió a la caída de una torre de alta tensión, ubicada en una zona inundada, y donde está trabajando personal de la empresa Transnoa. "Edesa está distribuyendo energía en turnos rotativos en las ditintas poblaciones del norte, como Tartagal, Orán, Pichanal, Embarcación o Irigoyen, por eso a veces pasan varias horas sin luz", dijo, y agregó que la rotación se debe a que las líneas en funcionamiento no tienen suficiente capacidad para abastecer sin cortes, y explicó que se colocaron generadores de emergencia en Pichanal, Irigoyen y Embarcación.
Agua turbia
Sobre la falta de agua potable, Flores explica que la situación sigue siendo complicada, sobre todo en Colonia Santa Rosa, debido a que el río se embancó y se llenó de barro la toma del agua con la que se abastece a la zona. "Están esperando a que baje el agua y trabajan con las máquinas para sacar el barro de la rejilla, porque sigue saliendo turbia. Se puede usar, pero recomiendan a la gente que la filtre y la hierva antes de consumirla".
El pronóstico tampoco es muy claro, porque depende del clima para que la situación comience a normalizarse. "Se está trabajando en zona inundada y si sigue lloviendo se va a complicar. Algunas localidades que quedaron aisladas con la lluvia de anoche y hoy se asistió a dos localidades del departamento Rivadavia y tres parajes de Anta: El Manantial, La Florida y Palo Pique", dijo el funcionario.
"Nunca fue así la cantidad de agua en esta época. La gente de Asistencia Crítica dice que esta vez los está superando en cuanto a lo esperado. Están trayendo mercaderia en camiones para Orán y la Isla de Cañas y hasta ahora lo estamos llevando bastante bien. Si bien hubo inconvenientes y destrucción, todavía podemos asistir a la gente y no hace falta pedir más ayuda. No estamos a nivel desastre. Estamos en emergencia pero no tenemos evacuados hasta el momento"