Edgardo Santillán, de Rosario de la Frontera, se realizará los estudios para saber los restos hallados en un centro clandestino de Córdoba son los de su hermano mayor.
Esta semana la Justicia Federal de Córdoba se comunicó con
Edgardo Santillán para informarle que existen fuertes indicios de que los restos de
Luis Agustín, su hermano desaparecido en 1975, correspondan a
uno de los cuatro cuerpos encontrados en el predio de La Perla, el centro clandestino más importante que tuvo Córdoba durante la última dictadura militar.
“Las expectativas son buenas porque las otras personas identificadas son las mismas que estaban con él cuando lo secuestraron”, comentó Santillán a LA GACETA, quien recibió antes de ayer la noticia por parte de su hija.
Edgardo vive actualmente en Rosario de la Frontera y la semana que viene vendrá a la Capital salteña a realizarse los análisis de ADN para que la Justicia pueda cotejar si hay coincidencias con el cuerpo encontrado por el Equipo Argentino de Antropología Forense en octubre del año pasado.
“Él era mi hermano mayor, yo tenía 25 años cuando desapareció”, comentó Edgardo y lo describió como un chico atlético y querido en Metán, donde vivieron toda su infancia: “le gustaba mucho el agua y nadaba hermoso”, recordó.
Según lo poco que pudo averiguar, a Edgardo le dijeron que encontraron los cuerpos en unos hornos del predio de La Perla, en donde, según las investigaciones, los arrojaban para incinerarlos.
A pesar de los años, Edgardo aclaró que nunca perdieron las expectativas, aunque señaló que fue su madre quien encarnó una búsqueda incansable. “Ella viajaba mucho a Córdoba para buscar a Luis y no se cansó de presentar denuncias; desgraciadamente mis padres hicieron una búsqueda a todo pulmón pero nunca pudieron dar con él“, destacó.
Hoy Ernesto está más tranquilo pero admite que ayer estuvo nervioso y que le “corrieron varias lágrimas durante el día”.