Hoy se presentó en sociedad la Fundación Celíacos Salta, que recientemente consiguió personería jurídica. Esta agrupación se conformó, entre otras cosas, con el objetivo de ayudar a las personas que sufren de celiaquía y acompañarlas, así como a su entorno familiar.
El psicólogo Gabriel Pérez, que trabaja con la fundación, también dialogó con LA GACETA. "Mi función es contener y acompañar a la gente a la que se le diagnostica celiaquía", explicó.
En ese contexto, aclaró: "es una enfermedad que implica todo un cambio de comportamiento en la persona diagnosticada. Además tiene muchas reacciones". Como ejemplo, explicó que si una persona va a un evento social, encuentra muchas cosas con harina de trigo, y debe llevar un tupper con comida propia ya que no puede comer esos alimentos.
"A veces implica también un rechazo a la enfermedad, no todos reaccionan igual", manifestó. Y resaltó, que tener celiaquía "es algo de por vida, implica un cambio de hábitos y hay gente a la que le cuesta aceptarlo y asimilarlo".
"En el cambio, yo trato de acompañarlos, asisitirlos y ayudarlos", comentó. "Además, está el cambio en la familia". Para citar otro ejemplo, dijo que en una casa, si el integrante de una familia agarra algo con TACC (trigo, avena, cebada y centeno), el celíaco no puede usar los mismos utensillos que se usaron para esos alimentos, ya que al hacerlo ingeriría gluten.
"Cuando se cambia el hábito en la familia, no todos responden favorablemente", contó el psicólogo.
Costos
Tanto Gabriel Pérez como Silvia González coincidieron en que otro problema presente para los enfermos de celiaquía, es el costo de los productos que pueden comer, ya que son más caros que aquellos que contienen TACC.