En una declaración que duró cinco horas, Iván Cabezas, principal acusado por narcotráfico y lavado de activos en la ciudad de Orán, negó las acusaciones en su contra ante el fiscal federal adjunto Luis Valencia y el secretario Manuel Puig.

El abogado defensor de Cabezas, Marcelo Arancibia, contó a LA GACETA detalles de la audiencia que comenzó ayer a las 13 y señaló que el juez federal Raúl Reynoso lo imputó de una serie de delitos vinculados a sociedades con un empresario de la zona de apellido Quinteros, que días antes de la detención de su cliente había sido allanado por mercaderías y celulares de dudosa procedencia. Sin embargo, Cabezas negó vinculación comercial con dicha persona y solo admitió conocerlo.

La semana pasada Gendarmería Nacional había realizado 34 allanamientos por narcotráfico, evasión fiscal y asociación ilícita: ocho en Tucumán, tres en Chaco y los restantes 23 entre Salta, Tartagal y Orán. Como consecuencia de estos operativos, Iván Cabezas había quedado detenido junto a otras cuatro personas.

“Estamos aportando toda la documentación que respalda la condición de comerciante de mi cliente”, señaló Arancibia y aseguró que Cabezas se dedica al rubro de las carnes hace 25 años y que no se trata de “una pantalla” para ocultar delitos.

Sobre la serie de allanamientos, Arancibia señaló que “no se encontró se encontró un gramo de droga o dinero que ellos buscaban de altísimas denominaciones”.

El letrado también detalló que Cabezas no declaró por las amenazas que se lo imputan en contra del juez Reynoso y del fiscal federal José Bruno, ya que dicho supuesto hecho corresponde a otra causa en la que el propio fiscal ya pidió su inhibición. “Eso está en la Cámara de Apelaciones a fin de que resuelva esa situación”, detalló Arancibia. 

Finalmente el letrado admitió que la libertad de Cabezas podría llevar tiempo. “No es de un día para el otro, es una causa que amerita primero el descargo y después hay que ir poniendo pruebas”, destacó Arancibia.