Según el abogado defensor de Levín, René Gómez, atrás de la causa existe un interés político: “alguna gente utiliza muchas veces los derechos humanos para obtener un beneficio”, indicó el letrado a LA GACETA.
Además desacreditó la denuncia de Víctor Cobos quien aseguró que, pese a tener los ojos tapados durante una sesión de torturas, reconoció la presencia de Levín por su perfume: “la prueba es muy cómica”, cuestionó Gómez.
La semana pasada el TOF había resuelto unificar cinco expedientes en los cuales se investigan 24 delitos de lesa humanidad que habrían ocurrido en el norte provincial en los años setenta y la familia de Cobos, junto a los fiscales y abogados querellantes, solicitaron que el juicio contra Levín se unificara con dichos procesos.
Sin embargo, los miembros del Tribunal adelantaron la fecha de las audiencias contra el empresario. Su abogado defensor también cuestionó esta decisión y consideró que “hay apuro de que el juicio se haga este año por si cambia el Gobierno”.
Finalmente, René Gómez planteó que todavía no se encontraron pruebas contra su defendido y destacó que el caso en un principio tenía 15 acusaciones de las cuales solo prosperó la de Cobos, mientras que las restantes prescribieron.