Junto a otros diez docentes, Celia Alancay continuó hoy su reclamo contra el gobierno provincial. La educadora, que se había encadenado al mástil de la plaza principal el lunes, horas después de su re-inauguración, dijo a LA GACETA que seguirá con la medida porque aún el Ministerio de Educación no le brinda una respuesta.
La maestra, que se desempeña en la escuela N° 4.113 del Departamento Iruya, tomó esta decisión cuando conoció que le habían cambiado a interina su designación de titular.
Alancay remarcó que la venda que ahora tiene en la muñeca izquierda es porque la policía la desalojó con torpeza el martes a la madrugada y le provocaron un esguince. Ella se había atado con cinta adhesiva y cuando intentaron llevarla tiraron con fuerza y la lastimaron.
La protesta de hoy fue custodiada de cerca por casi quince policías.