La corona de oro de la Virgen del Milagro y Diadema del Señor fueron obsequiados por fieles salteños en septiembre de 1902.
Según la historia del Milagro salteño, en julio de 1899, el Concilio Plenario Latinoamerciano se reunió en Roma, convocando a los obispos de las diócesis argentinas. el objetivo fue abordar los compromisos y necesidades pastorales junto a su Santidad León XIII.
El Obispo de Salta era Moseñor Matías Linares y Sanzetenea. Suplicó los honores de la Corononación a las dos imágenes, "con el propósito de fomentar y acrecentar la devoción y soleminizar la fiesta secular", dada la gran devoción de Salta hacia las dos imágenes.
El 26 de julio de 1899, concedió en nombre del sumo Pontífice, el privilegio de coronar la imagen bajo la advocación de Virgen del Milagro, entendiendo que reunía las condiciones para tal derecho. La corona debería ser costeada por los fieles y que se rindiera un solemne homenaje al Cristo del Milagro colocándose sobre su cruz un diadema de oro "como rey inmortal de gloria y salvación".
De acuerdo a la historia del Milagro, la Virgen es la quinta de una serie de cinco coronaciones canónicas que se realizan en la República. Luján en 1887; Catamarca, 1891 con la Virgen del Valle; la Virgen del Rosario del Milagro de Córdoba en 1892; en 1900 la de Itatí y la Virgen del Milagro en 1902.
Las coronas son colocadas desde el 6 de septiembre en el inicio de la novena a los Santos patronos y son retiradas al terminar el Milagro. Durante el año, el Señor utiliza la corona de espinas. "La corona de gloria nos muestra a María glorificada, a la diestra de su hijo. Nos recuerda la coronación pontificia de 1902", sostuvo el sacerdote, Marcelo Singh.